Algunas de las señales de riesgo se pueden ver tan temprano como en la infancia o en la niñez temprana, tal como la conducta agresiva, la falta de auto-control, o un temperamento difícil. Cuando el niño crece, las interacciones con la familia, la escuela y en la comunidad pueden afectar su riesgo para el abuso de drogas en el futuro.
Las primeras interacciones de los niños ocurren en la familia. A veces la situación familiar aumenta el riesgo del niño para el abuso de drogas en el futuro, por ejemplo cuando existe:
- la falta de cariño y respaldo por parte de los padres o de los cuidadores;
- una crianza ineficiente; y
- un cuidador que abusa de las drogas.
Pero las familias pueden proveer protección contra un futuro abuso de drogas cuando hay:
- un vínculo fuerte entre los hijos y los padres;
- participación de los padres en la vida del niño; y
- límites claros y una disciplina aplicada consistentemente.
Las interacciones fuera de la familia pueden involucrar riesgos tanto para los niños como para los adolescentes, tales como:
- un comportamiento negativo en la escuela o una conducta social deficiente;
- el fracaso académico; y
- la asociación con compañeros que abusan de las drogas.
La asociación con compañeros que abusan de las drogas a menudo es el riesgo más inmediato para que los adolescentes sean expuestos al abuso de drogas y al comportamiento delincuente.
Otros factores –como la disponibilidad de las drogas, los patrones del narcotráfico, y las creencias que el abuso de drogas se tolera en general– son riesgos que pueden influenciar a la gente joven a que comiencen a abusar de las drogas.