Entre 2011 y 2021 más de 321,000 niños en EE. UU. perdieron a uno de sus padres a causa de sobredosis de drogas

Un estudio federal muestra que las vidas perdidas por la crisis de sobredosis se sienten a través de las generaciones, enfatizando la necesidad de incluir a los niños y las familias en el apoyo

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Sombra de dos adultos caminando por un paso de peatones y tomados de la mano con un niño pequeño entre ellos.
©Getty Images ballyscanlon

Se estima que 321,566 niños en Estados Unidos perdieron a uno de sus padres a causa de una sobredosis de drogas entre 2011 y 2021, según un estudio (disponible en inglés) publicado en JAMA Psychiatry. La atasa de niños que experimentaron esta pérdida se duplicó con creces durante este período, de aproximadamente 27 a 63 niños por cada 100,000. El mayor número de niños afectados fueron aquellos con padres blancos no hispanos, pero las comunidades de color y las comunidades tribales se vieron afectadas de manera desproporcionada. El estudio fue un esfuerzo colaborativo dirigido por investigadores del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su sigla en inglés), la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA, por su sigla en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés).

Los niños con padres indígenas americanos o nativos de Alaska no hispanos experimentaron sistemáticamente la tasa más alta de pérdida de un padre a cause de una sobredosis de 2011 a 2021, con 187 por cada 100,000 niños afectados en este grupo en 2021. Esto es más del doble de la tasa entre los niños blancos no hispanos (76.5 por cada 100,000) y entre los niños negros no hispanos (73 por cada 100,000). Si bien el número de niños afectados aumentó de 2011 a 2021 en todas las poblaciones raciales y étnicas, los niños con padres negros jóvenes no hispanos (de 18 a 25 años) experimentaron el aumento más alto, aproximadamente del 24%, en la tasa de pérdida cada año. En general, los niños perdieron más padres que madres (192,459 niños frente a 129,107 niños) durante este período.

"Es devastador ver que casi la mitad de las personas que murieron a causa de una sobredosis de drogas tenían un hijo. Ninguna familia debería perder a su ser querido por una sobredosis, y cada una de estas muertes representa una pérdida trágica que podría haberse evitado", dijo Nora Volkow, M.D., directora del NIDA. "Estos hallazgos enfatizan la necesidad de apoyar mejor a los padres en el acceso a los servicios de prevención, tratamiento y recuperación. Además, cualquier niño que pierda a uno de sus padres a causa de una sobredosis debe recibir la atención y el apoyo que necesita para superar esta experiencia dolorosa y traumática".

De 2011 a 2021, 649,599 personas de entre 18 y 64 años murieron a causa de una sobredosis de drogas. A pesar de estas trágicas cifras, ningún estudio nacional había estimado previamente el número de niños que perdieron a uno de sus padres entre estas sumas de muertes. Para abordar esta brecha, los investigadores utilizaron datos sobre personas de 18 a 64 años que participaron en las Encuestas Nacionales sobre la Salud y el Uso de Drogas (NSDUH, por su sigla en inglés) entre 2010 y 2019 para determinar la cantidad de niños menores de 18 años que vivían con un padre de 18 a 64 años que presentaba consumo de drogas en el último año. La NSDUH define a un padre como padre biológico, padre adoptivo, padrastro o madrastra o tutor adulto.

Después, los investigadores utilizaron estos datos para estimar el número de niños de las casi 650,000 personas que murieron a causa de una sobredosis entre 2011 y 2021, según los datos nacionales de mortalidad del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales de los CDC. Los datos se examinaron por grupo de edad (de 18 a 25 años, de 26 a 40 y de 41 a 64 años), sexo y raza y etnia auto declaradas.

Los investigadores encontraron que entre los 321,566 niños estadounidenses que perdieron a uno de sus padres a causa de una sobredosis entre 2011 y 2021, las cifras más altas de muertes se produjeron entre los padres de entre 26 y 40 años (175,355 niños) y entre los padres blancos no hispanos (234,164). Las siguientes cifras más altas fueron los niños con padres hispanos (40,062) y los niños con padres negros no hispanos (35,743), quienes también experimentaron la tasa más alta de pérdida y el aumento más alto de la tasa de un año a otro, respectivamente. Las disparidades raciales y étnicas que se observan aquí son consistentes con los aumentos generales en las muertes a causa de una sobredosis entre los indios americanos no hispanos o nativos de Alaska y los afroamericanos en los últimos años, y destacan los impactos desproporcionados de la crisis por sobredosis en las comunidades minoritarias.

"Este estudio, el primero de su tipo, nos permite comprender mejor la trágica magnitud de la crisis por sobredosis y las repercusiones que tiene entre los niños y las familias", dijo Miriam E. Delphin-Rittmon, Ph.D., subsecretaria de HHS para Salud Mental y Uso de Sustancias y líder de SAMHSA. "Estos datos ilustran que las comunidades de color no solo están experimentando disparidades en las muertes a causa de una sobredosis, sino que también subrayan la necesidad de respuestas a la crisis por sobredosis en el futuro para abordar de manera integral las necesidades de las personas, las familias y las comunidades".

Con base en sus conclusiones, los investigadores enfatizan la importancia de la atención médica integral que trate a la persona con trastorno por consumo de sustancias como padre o miembro de la familia, ante todo, y proporcione recursos de prevención en consecuencia para apoyar a las familias y romper los ciclos generacionales de consumo de sustancias. El estudio también señala la necesidad de incorporar enfoques culturalmente informados en los servicios de prevención, tratamiento, recuperación y reducción de daños, y de eliminar las desigualdades raciales y étnicas en el acceso a estos servicios.

"Los niños que pierden a uno de sus padres a causa de una sobredosis no solo sienten el dolor personal, sino que también pueden experimentar efectos dominó, como una mayor inestabilidad familiar", dijo Allison Arwady, M.D., M.P.H., directora del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones de los CDC. "Debemos asegurarnos de que las familias tengan los recursos y el apoyo necesarios para prevenir que ocurra una sobredosis en primer lugar y manejar un evento tan traumático".

Si usted o alguien que conoce tiene dificultades o está en crisis, hay ayuda disponible. Llame o envíe un mensaje de texto al 988 o el chat en 988lifeline.org. Para saber cómo obtener ayuda para problemas de salud mental, drogas o alcohol, visite FindSupport.gov (en inglés). Si está listo para buscar un proveedor de tratamiento, vaya directamente a FindTreatment.gov o llame al 800-662-HELP (4357).

Referencia:


Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA es parte de los Institutos Nacionales de la Salud, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. El NIDA apoya la mayor parte de la investigación a nivel mundial sobre los aspectos de salud relacionados con el consumo de drogas y la adicción. El Instituto lleva a cabo una gran variedad de programas para informar a la política, mejorar la práctica y avanzar en la ciencia de la adicción. Para más información sobre el NIDA y sus programas, visite https://nida.nih.gov/es/

Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país incluye 27 Institutos y Centros y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la agencia federal principal que conduce y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, y están investigando las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades tanto comunes como raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.salud.nih.gov

Acerca de los trastornos por consumo de sustancias: Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones crónicas y tratables de las cuales las personas se pueden recuperar. En 2022, más de 49 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas. También es un trastorno recurrente, en el que los periodos de abstinencia (no consumir sustancias) pueden ir seguidos por un regreso al consumo. El estigma puede hacer que las personas con trastornos por consumo de sustancias sean menos propensas a buscar tratamiento. Utilizar el lenguaje preferido puede ayudar a informar con precisión sobre el consumo de sustancias y la adicción. Vea la guía del NIDA disponible en línea.

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