La administración de dosis más altas de buprenorfina puede mejorar los resultados del tratamiento de las personas con trastorno por consumo de opioides

Un análisis financiado por los NIH sugiere que las dosis más altas de buprenorfina se asociaron con tasas más bajas de visitas futuras a las salas de urgencias y de hospitalización relacionadas con la salud del comportamiento

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©Getty Images/AleksandarGeorgiev

Según un análisis financiado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por su sigla en inglés), los adultos con trastorno por consumo de opioides que reciben una dosis diaria más alta de la buprenorfina, medicamento para el tratamiento de la adicción a los opioides , pueden tener un riesgo menor de visitas posteriores a urgencias o de uso de servicios de hospitalización relacionados con la salud conductual (como para trastornos de salud mental y por consumo de sustancias) que los adultos que reciben la dosis recomendada. Estos resultados sugieren que dosis más elevadas de buprenorfina podrían ser más eficaces para tratar el trastorno por consumo de opioides, lo que puede ser especialmente importante para mejorar el tratamiento de quienes consumen fentanilo, una de las principales causas de la crisis de las sobredosis.

Los investigadores revisaron los datos de reclamaciones de seguros de más de 35.000 personas a las que se diagnosticó trastorno por consumo de opioides y que iniciaron tratamiento con buprenorfina entre 2016 y 2021. Descubrieron que entre todas las personas que iniciaron el tratamiento con buprenorfina, el 12,5% experimentó una visita al servicio de urgencias o de hospitalización relacionada con la salud conductual dentro del periodo de estudio. Tras ajustar los datos demográficos de los pacientes y el historial médico disponible en los datos, los investigadores procedieron a analizar cuánto tiempo transcurrió hasta que las personas que recibían diferentes dosis de buprenorfina recurrieron a la atención de urgencias o tuvieron una hospitalización después de comenzar el tratamiento.

La dosis recomendada para la buprenorfina en el etiquetado aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por su sigla en inglés) es de 16 mg al día. Los investigadores descubrieron que las personas que tomaban dosis diarias más altas de buprenorfina (>16 a 24 mg) tardaban un 20% más de tiempo en tener una visita a urgencias o una hospitalización subsiguiente relacionada con la salud del comportamiento durante el primer año después de recibir el tratamiento, en comparación con las que tomaban >8 a 16 mg al día. Los que tomaban dosis diarias de más de 24 mg de buprenorfina se demoraron un 50% más en tener una visita posterior al servicio de urgencias o a atención médica con hospitalización relacionada con la salud conductual dentro del primer año después de recibir el tratamiento, en comparación con los que recibían >8 a 16 mg al día.

“A medida que evoluciona la crisis de las sobredosis, en particular con el aumento del fentanilo, es crucial investigar la mejor forma de adaptar y administrar los tratamientos para el trastorno por consumo de opioides que pueden salvar vidas y basados en estudios disponibles”, afirmó la doctora Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de los NIH. “Los hallazgos aumentan la cantidad cada vez mayor de datos que demuestran que dosis más elevadas de buprenorfina pueden tener repercusiones significativas en la salud de las personas con trastorno por consumo de opioides”.

En 2022, de las casi 108.000 muertes por sobredosis registradas en EE.UU., casi el 70% eran principalmente a causa del fentanilo, un opioide sintético aproximadamente 50 veces más potente que la heroína. La presencia omnipresente del fentanilo en el suministro de drogas y las muertes por sobredosis asociadas han planteado la cuestión de si las directrices de dosificación existentes para la buprenorfina deberían modificarse para abordar mejor los desafíos únicos provocados por un opioide tan potente. Puede que sean necesarias dosis más elevadas de buprenorfina para tratar eficazmente los síntomas de abstinencia más graves, el ansia y la tolerancia asociados al consumo de fentanilo.

"Prevenir o retrasar la necesidad de atención médica urgente de alta intensidad entre las personas con trastorno por consumo de opioides tiene enormes beneficios sobre la salud y la recuperación", afirmó el Dr. Bradley D. Stein, coautor del estudio y director del Centro de Información y Herramientas de Política sobre Opioides RAND-USC Schaeffer. “A la vez que seguimos recopilando datos a través de los estudios, los hallazgos sugieren que dosis más altas de buprenorfina pueden ser capaces de mejorar significativamente el tratamiento en la era del fentanilo, ya que el número de sobredosis mortales y no mortales sigue a un nivel totalmente inaceptable.”

Los autores también destacan que abordar las barreras que impiden el acceso a dosis más altas, como las leyes estatales y las pólizas de seguros, será importante para garantizar que todos los pacientes reciban la atención adecuada. Además, revisar las directrices que sirven de barrera a dosis más altas podría ser beneficioso, ya que éstas pueden limitar el acceso a un tratamiento que puede salvar la vida de pacientes con alto riesgo de recaída o sobredosis.

Hay que destacar que los datos utilizados en el estudio procedían de solo una compañía de seguros comercial, que no incluye a las personas sin seguro ni a las que tienen cobertura de Medicaid o Medicare de pago por servicio, y que la muestra de personas incluidas en el análisis era de un 75% de raza blanca no hispana. Se necesitan más investigaciones para explorar los efectos de dosis más altas de buprenorfina en poblaciones más diversas, incluidas las que tienen diferentes estatus de seguro o se encuentran en diferentes entornos clínicos. Además, los autores señalan que las investigaciones futuras también deberían investigar resultados adicionales, como los efectos a largo plazo de las dosis altas de buprenorfina sobre la permanencia en el tratamiento de los trastornos por consumo de opioides y los resultados generales de salud, utilizando datos similares.

Estos descubrimientos se basan en la acumulación de pruebas sobre la seguridad y eficacia de dosis más altas de buprenorfina. Los estudios han demostrado que más de 16 mg de buprenorfina es seguro y bien tolerado en personas (en inglés) con trastorno por consumo de opioides en los servicios de urgencias y en los entornos de tratamiento ambulatorio, y que las dosis más altas de buprenorfina se asocian a una mejor retención en el tratamiento (en inglés) del trastorno por consumo de opioides.

Este estudio fue financiado por el NIDA de los NIH y publicado en JAMA Network Open. Los datos analizados en el estudio procedían de la base de datos de reclamaciones comerciales de una aseguradora grande, incluidas las de Medicare Advantage.

Si usted o alguien que conoce está pasando por una situación difícil o de crisis, hay ayuda disponible. Llame o envíe un mensaje de texto al 988 o chatee por internet en 988lifeline.org/es. Para saber cómo obtener apoyo para problemas de salud mental, drogas o alcohol, visite FindSupport.gov. Si está listo para localizar un centro o proveedor de tratamiento, puede ir directamente a FindTreatment.gov (en inglés) o llamar al 800-662-HELP (4357).

Referencia:


Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA es parte de los Institutos Nacionales de la Salud, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. El NIDA apoya la mayor parte de la investigación a nivel mundial sobre los aspectos de salud relacionados con el consumo de drogas y la adicción. El Instituto lleva a cabo una gran variedad de programas para informar a la política, mejorar la práctica y avanzar en la ciencia de la adicción. Para más información sobre el NIDA y sus programas, visite https://nida.nih.gov/es/

Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país incluye 27 Institutos y Centros y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la agencia federal principal que conduce y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, y están investigando las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades tanto comunes como raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.salud.nih.gov

Acerca de los trastornos por consumo de sustancias: Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones crónicas y tratables de las cuales las personas se pueden recuperar. En 2022, más de 49 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas. También es un trastorno recurrente, en el que los periodos de abstinencia (no consumir sustancias) pueden ir seguidos por un regreso al consumo. El estigma puede hacer que las personas con trastornos por consumo de sustancias sean menos propensas a buscar tratamiento. Utilizar el lenguaje preferido puede ayudar a informar con precisión sobre el consumo de sustancias y la adicción. Vea la guía del NIDA disponible en línea.

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