¿Puede la ciencia estar al día con las drogas de diseño?

Por Stacy Lu, redactora científica del NIDA

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Dr. Michael Baumann
Dr. Michael Baumann

¿Qué contienen realmente las sales de baño, las bombas N y los opioides sintéticos? ¿Qué riesgos para la salud presenta el consumo de estas drogas? El trabajo de Michael Baumann es averiguarlo. Como jefe de la Unidad de Investigación de Drogas de Diseño del NIDA, el Dr. Baumann y su equipo estudian los efectos biológicos de las nuevas sustancias psicoactivas (NPS, por su sigla en inglés), compuestos fabricados en laboratorio y creados de forma clandestina para eludir las leyes de drogas vigentes. También estudia su uso potencial como medicamentos. Ambos mandatos exigen un enfoque tenaz pero visionario de la ciencia del desarrollo de drogas.

P. Las NSP agrupan una gran variedad de sustancias con distintos efectos que pueden utilizarse por diversas razones. Usted ha escrito (en inglés) que muchas se desarrollaron originalmente como medicamentos o como herramientas de investigación. ¿Por qué se convirtieron, por así decirlo, en drogas ilegales?

Los científicos han estudiado las NSP desde hace décadas. Por ejemplo, las empresas farmacéuticas desarrollaron estimulantes similares a las anfetaminas como supresores del apetito y nuevos opioides como analgésicos. Los científicos desarrollaron cannabinoides sintéticos para estudiar cómo interactúa el cerebro con el cannabis. También investigaron los psicodélicos NBOMe como agentes de imagen para visualizar los receptores de serotonina en el cerebro.

Dado que la información de patentes y la literatura biomédica son públicas, las recetas paso a paso para fabricar drogas específicas están disponibles libremente y se puede hacer un mal uso de ellas. Nuevas drogas aparecen constantemente en los mercados de drogas recreativas alrededor del mundo - como usted dice, de manera ilegal. En cuanto la legislación ilegaliza una NSP específica, se pueden fabricar versiones químicas ligeramente diferentes para eludir la ley.

Nuevas sustancias psicoactivas por grupo de efecto

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Gráfico circular: alucinógenos clásicos 15%, opioides sintéticos 11%, sedantes 4%, disociativos 3%, estimulantes 36%, agonistas de los receptores cannabinoides sintéticos 31%
Un fenómeno global: Hasta mayo de 2023, 139 países y territorios han notificado 1.185 nuevas sustancias psicoactivas (NSP) únicas. Aunque la mayoría se clasifican como estimulantes (33%) o cannabinoides sintéticos (28%), en los últimos años ha aumentado el número de opioides sintéticos. Fuente: Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Early Warning Advisory on NPS.

P. Así que no todas estas sustancias son ilegales, pero como todas las drogas, siguen teniendo riesgos. ¿Son estos llamados "euforizantes legales" más peligrosos de lo que las personas pueden pensar?

Sí. La intoxicación por NSP suele estar asociada a efectos adversos graves e imprevisibles que pueden llevar a la hospitalización e incluso a la muerte. Por ejemplo, una NSP de tipo estimulante puede provocar síntomas neurológicos como agitación, agresividad y psicosis. Una NSP de tipo opioide puede inducir depresión respiratoria, que es una afección potencialmente mortal cuando la respiración se vuelve lenta y superficial y puede detenerse por completo.

P.  ¿Cómo ayuda su laboratorio a proteger a las personas?

Mi laboratorio se mantiene al tanto de las tendencias de las NPS e investiga cómo estas drogas afectan al organismo. Identificamos los lugares precisos del receptor donde se une una NPS en el tejido cerebral y, después, examinamos sus efectos conductuales y fisiológicos en modelos de roedores. Publicamos nuestros resultados (en inglés) en revistas científicas revisadas por expertos tan pronto como podemos para mantenernos al día con los cambios en el suministro de drogas.

P. Cuando piensa en los retos de su trabajo, ¿qué es lo que más se vislumbra?  ¿Qué le quita el sueño?  

Al principio, me preocupaba que las organizaciones criminales transnacionales descubrieran lo fácil que es traficar las drogas por el Internet. Lamentablemente, esas preocupaciones se han hecho realidad. De hecho, la fabricación, comercialización y tráfico ilícitos de fentanilo que está impulsando nuestra actual crisis de sobredosis de opioides en los Estados Unidos está directamente inspirada en la historia de las NSP. Esto también se ve exacerbado por la aparición de NSP opioides, como los opioides 2-bencilbenzimidazoles o compuestos "nitazenos". Estas drogas están apareciendo como productos independientes y como adulterantes en la heroína y en medicamentos para el dolor falsificados, y son incluso más potentes que el fentanilo.

P. ¿Cómo se mantienen al tanto del panorama en constante cambio de las NSP?

Conectamos los silos de información de varios grupos que están respondiendo al problema de las NSP: los toxicólogos clínicos, que consultan a pacientes intoxicados con NSP; los químicos forenses, que analizan las sustancias en casos humanos; y otros como yo, que investigamos sus efectos en modelos animales. Nuestra Unidad cuenta con una red mundial de colaboradores que rastrean y estudian las NSP.

Organismos gubernamentales y de la salud como la Administración de Control de Drogas y la Organización Mundial de la Salud usan nuestros descubrimientos para ayudar a los responsables políticos a tomar decisiones legislativas informadas sobre estas drogas. Se han identificado más de 1.000 sustancias (en inglés) en todo el mundo, y es una tarea enorme decidir cuáles estudiar en nuestros experimentos preclínicos. Normalmente, estudiamos drogas con las que las fuerzas del orden se han topado cientos de veces o que han estado implicadas en muertes por sobredosis.

P. ¿Es posible que algunos de estos medicamentos se utilicen con fines médicos?

Sí, es una posibilidad clara. La investigación sobre psicodélicos está renaciendo. A través de acuerdos cooperativos de investigación y desarrollo con empresas privadas, estamos estudiando cómo las NSP psicodélicas y las sustancias relacionadas podrían ser usadas como medicina para tratar los trastornos por consumo de sustancias. Si los laboratorios clandestinos pueden cooptar la literatura biomédica para crear NPS, podemos usar nuestros conocimientos sobre estas sustancias para identificar mejores medicamentos. En eso consiste la química medicinal.