En paralelo con el gran aumento reciente del consumo de opioides, los trastornos por el consumo y las sobredosis, la incidencia de bebés que nacen con dependencia de los opioides (síndrome de abstinencia neonatal, o SAN) como resultado del consumo de opioides de la madre durante el embarazo también aumentó en forma significativa.5 La incidencia del SAN casi se quintuplicó entre el 2000 y el 2012;4 este aumento estuvo asociado con aumentos en la prescripción de analgésicos opioides a mujeres embarazadas, que se duplicó entre 1995 y el 2009.97,98
La dependencia de opioides durante el embarazo que no recibe tratamiento puede tener consecuencias devastadoras para el feto. Los niveles fluctuantes de opioides en la sangre de las madres que abusan de los opioides exponen al feto a períodos repetidos de abstinencia,99 lo que también puede dañar la función de la placenta y aumentar el riesgo de:
- restricción del crecimiento feta99
- separación prematura de la placenta99
- parto prematuro99
- convulsiones fetales99
- pasaje intrauterino del meconio99
- muerte del feto100
Además de estos efectos físicos directos, otros riesgos para el feto incluyen:
- infecciones maternas no tratadas, como el VIH101
- malnutrición y deficiencia del cuidado prenatal102
- peligros de un estilo de vida en busca de drogas, entre ellos la violencia y la encarcelación100, 102
La metadona y la buprenorfina como el estándar de tratamiento de la dependencia de opioides durante el embarazo
Para disminuir los efectos negativos de la dependencia de opioides en el feto, el tratamiento con metadona se ha usado en mujeres embarazados con dependencia de opioides desde la década de 1970 y se lo ha reconocido como el estándar de tratamiento desde 1998.100,101 Sin embargo, hay pruebas recientes que sugieren que la buprenorfina podría ser una opción de tratamiento aún mejor.103
Tanto el tratamiento con metadona como el tratamiento con buprenorfina durante el embarazo:
- estabilizan los niveles fetales de opioides y reducen la abstinencia prenatal repetida99, 104
- mejoran el desenlace neonatal102
- aumentan el tratamiento del VIH de la madre para reducir la posibilidad de que el virus se transmita al feto100–102
- conectan a las madres con una mejor atención prenatal100,102
Un metaanálisis demostró que, comparada con un tratamiento de dosis única de metadona, la buprenorfina tuvo como resultado:
- incidencia 10% menor del síndrome de abstinencia neonatal (SAN)
- menor tiempo de tratamiento neonatal (en promedio, 8.4 días menos)
- menor cantidad de morfina utilizada en el tratamiento del SAN (en promedio, 3.6 mg menos)
- mayor edad de gestación, peso y perímetro cefálico (circunferencia de la cabeza) al nacer103
Datos del estudio Maternal Opioid Treatment: Human Experimental Research financiado por el NIDA indican beneficios similares de la buprenorfina.105 Así y todo, la metadona está asociada con una retención más alta del tratamiento que la buprenorfina.103 La dosificación fraccionada de metadona se ha estudiado como una manera de reducir la exposición del feto a los períodos de abstinencia, y datos recientes indican bajos niveles de SAN en bebés de madres que fueron tratadas con dosis fraccionadas de metadona.106 Es necesario realizar estudios comparativos más grandes para determinar si la dosificación fraccionada de metadona para tratar la dependencia de opioides durante el embarazo está asociada con mejores resultados.
El síndrome de abstinencia neonatal (SAN) sigue presentándose en bebés cuyas madres han recibido buprenorfina o metadona, pero es menos grave de lo que sería si no se realizara el tratamiento.107 La investigación no respalda la reducción de la dosis materna de metadona para evitar el SAN, ya que esto puede promover el mayor consumo ilícito de la droga, lo que representaría un mayor riesgo para el feto.99