Según el modo en que se consuma, los efectos de la metanfetamina pueden sentirse inmediatamente o en un plazo de 20 minutos.5 Cuando se fuma o se inyecta, penetra rápidamente el torrente sanguíneo y el cerebro y produce un “subidón” o euforia inmediata e intensa. Otros efectos inmediatos son el aumento de la vigilia, la autoestima, la energía y el deseo sexual, así como la disminución del apetito.1,3,6
La euforia desaparece rápidamente, provocando un “bajón”. Algunas personas intentan evitarlo y prolongan la euforia al consumir la droga de forma repetida en forma de atracón. El consumo repetido de esta forma aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de metanfetamina.
El consumo de metanfetamina puede tener efectos negativos inmediatos sobre la salud, como paranoia, ansiedad, aceleración del ritmo cardiaco, latidos irregulares, derrame cerebral, aumento de la presión arterial, daños renales, sobredosis no mortal (también conocida como “overamping”) o sobredosis mortal.1,5,7,8,9