La reducción del consumo de drogas es un resultado significativo del tratamiento para las personas con trastornos por consumo de estimulantes

Los descubrimientos apoyados por los NIH sugieren la necesidad de ampliar las definiciones del éxito del tratamiento de la adicción más allá de la abstinencia

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Hombre sentado y tocando una guitarra en el sofá mientras su madre se sienta y escucha.
©Getty Images/FG Trade

La reducción del consumo de estimulantes se relacionó con una mejora significativa de los niveles de salud y recuperación entre las personas con trastorno por consumo de estimulantes, incluso si no se alcanzó la abstinencia total. Esta conclusión se basa en un análisis (en inglés) de los datos de 13 ensayos clínicos aleatorizados de tratamientos para trastornos por consumo de estimulantes como la metanfetamina y la cocaína. Tradicionalmente, la abstinencia total ha sido el objetivo estándar del tratamiento para los trastornos por consumo de sustancias, sin embargo, estos hallazgos apoyan el creciente reconocimiento de que una perspectiva más matizada para medir el éxito del tratamiento puede ser beneficiosa.

El estudio, publicado en Addiction, fue dirigido por científicos de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, en colaboración con investigadores del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud.

Los investigadores descubrieron que la transición de un consumo elevado (cinco o más días al mes) a un consumo menor (de uno a cuatro días al mes) se asociaba con niveles más bajos de ansia de drogas, depresión y otros problemas relacionados con las drogas, en comparación con ningún cambio en el consumo. Estos resultados sugieren que la reducción del consumo de metanfetamina o cocaína, junto con la abstinencia, es un sustituto significativo o un resultado clínico intermedio en el desarrollo de medicación para la adicción a estimulantes. A diferencia de otros trastornos por consumo de sustancias, como el trastorno por consumo de opioides o el trastorno por consumo de alcohol, actualmente no existen tratamientos farmacológicos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. para los trastornos por consumo de estimulantes.

"Estos hallazgos se alinean con una comprensión en evolución en el campo de la adicción, afirmando que la abstinencia no debe ser ni el único objetivo ni el único resultado válido del tratamiento", dijo la directora del NIDA, Nora Volkow, M.D. "Adoptar medidas de éxito en el tratamiento de la adicción más allá de la abstinencia apoya enfoques más individualizados para la recuperación, y puede conducir a la aprobación de una gama más amplia de medicamentos que pueden mejorar la vida de las personas con trastornos por consumo de sustancias."

El retorno temporal al consumo tras periodos de abstinencia forma parte de muchos caminos de recuperación, y depender exclusivamente en la abstinencia como el único resultado en ensayos clínicos anteriores puede haber enmascarado los efectos beneficiosos del tratamiento. Para ayudar a abordar esta brecha en la investigación, los investigadores analizaron los datos de ensayos clínicos anteriores para estudiar los efectos de la transición a la reducción del consumo de drogas o a la abstinencia en una amplia gama de medidas de salud. Los investigadores analizaron los datos de 13 ensayos clínicos aleatorizados que evaluaban el impacto de posibles medicamentos farmacológicos para los trastornos por consumo de estimulantes, en los que participaron más de 2.000 personas que buscaban tratamiento para trastornos por consumo de cocaína o metanfetamina en centros de todo Estados Unidos. Los ensayos tuvieron una duración variable y se realizaron entre 2001 y 2017.

Los investigadores compararon el " consumo no reducido", el "consumo reducido" y la "abstinencia" en asociación con múltiples resultados de salud, como la gravedad de los síntomas relacionados con las drogas, el ansia y la depresión. El estudio descubrió que más participantes redujeron la frecuencia del consumo primario de drogas (18%) que lograron la abstinencia (14%). Mientras que la abstinencia se asoció con la mayor mejoría clínica, la reducción del consumo se asoció significativamente con múltiples medidas de mejora en el funcionamiento psicosocial al final de los ensayos, como una disminución del 60% en el ansia por la droga principal, una disminución del 41% en los comportamientos de búsqueda de drogas y una disminución del 40% en la gravedad de la depresión, en comparación con el inicio del ensayo.

Estos resultados sugieren que pueden producirse mejoras en la salud y el funcionamiento con la reducción del consumo y deberían tenerse en cuenta en el desarrollo y la aprobación de tratamientos para los trastornos por consumo de sustancias. La investigación sobre el trastorno por consumo de alcohol ha mostrado resultados similares, con estudios que constatan que la transición de un consumo de alto riesgo a uno de bajo riesgo se asocia a una mejora funcional y a un menor número de consecuencias para la salud mental y general causadas por el alcohol. En consecuencia, la reducción del número de días de consumo excesivo de alcohol ya se reconoce como un resultado clínico significativo en el desarrollo de medicamentos para el trastorno por consumo de alcohol.

"En el caso de la adicción, históricamente sólo hemos reconocido los beneficios de la abstinencia, perdiendo oportunidades de celebrar y medir los impactos positivos de la reducción del consumo de sustancias", dijo Mehdi Farokhina, M.D., M.P.H., científica del Programa de Investigación Intramuros del NIDA, y autora del trabajo. "Este estudio aporta pruebas de que reducir el consumo general de drogas es importante y clínicamente significativo. Este cambio puede abrir oportunidades para el desarrollo de medicamentos que puedan ayudar a los individuos a lograr estos resultados mejorados, incluso si la abstinencia completa no es inmediatamente alcanzable o deseada."

Los autores señalan que el estudio no incluyó ensayos de tratamientos conductuales, que eran demasiado variados para poder armonizar sus datos. Además, el estudio sólo incluyó a personas que se inscribieron en ensayos clínicos, lo que podría limitar la generalizabilidad. Se necesita más investigación para comprender los posibles beneficios clínicos de la reducción del consumo de drogas, junto con otros indicadores de mejora clínica basados en la reducción de daños en poblaciones del mundo real. Los autores destacan que los hallazgos de este estudio deberían animar a los investigadores a reevaluar las medidas de los resultados del tratamiento en sus estudios y a considerar los resultados del tratamiento sin abstinencia en el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de los trastornos por consumo de estimulantes. Los autores también escriben que estos nuevos resultados deben reproducirse en otros contextos con otros trastornos por consumo de sustancias, como el trastorno por consumo de opioides.

"Al promover la comprensión de la adicción como un trastorno tratable con causas multifacéticas, nuestra sociedad puede trabajar para ofrecer un mejor apoyo, recursos y atención a las personas en su camino hacia la recuperación", afirma la doctora Masoumeh Aminesmaeili, autora principal del artículo. "Este enfoque no sólo es compasivo, sino también clínicamente válido para abordar la compleja naturaleza de la adicción".

Para obtener más información sobre los programas de tratamiento de drogas y salud mental disponibles en su área, llame a la línea nacional de ayuda gratuita y confidencial 1-800-662-HELP (4357) o visite www.FindTreatment.gov. (en inglés)

Reference:


Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA es parte de los Institutos Nacionales de la Salud, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. El NIDA apoya la mayor parte de la investigación a nivel mundial sobre los aspectos de salud relacionados con el consumo de drogas y la adicción. El Instituto lleva a cabo una gran variedad de programas para informar a la política, mejorar la práctica y avanzar en la ciencia de la adicción. Para más información sobre el NIDA y sus programas, visite https://nida.nih.gov/es/

Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país incluye 27 Institutos y Centros y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la agencia federal principal que conduce y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, y están investigando las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades tanto comunes como raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.salud.nih.gov

Acerca de los trastornos por consumo de sustancias: Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones crónicas y tratables de las cuales las personas se pueden recuperar. En 2022, más de 49 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas. También es un trastorno recurrente, en el que los periodos de abstinencia (no consumir sustancias) pueden ir seguidos por un regreso al consumo. El estigma puede hacer que las personas con trastornos por consumo de sustancias sean menos propensas a buscar tratamiento. Utilizar el lenguaje preferido puede ayudar a informar con precisión sobre el consumo de sustancias y la adicción. Vea la guía del NIDA disponible en línea.

NIH… Transformación de Descubrimientos en Salud