Según los últimos resultados de la encuesta Monitoring the Future (en inglés), el porcentaje de adolescentes que declararon haber consumido alguna sustancia ilícita en 2023 se mantuvo por debajo de los niveles prepandémicos registrados en 2020. Con un 10,9% de los alumnos de octavo grado, un 19,8% de los de décimo grado y un 31,2% de los de duodécimo grado que declararon haber consumido alguna droga ilícita en el último año. El consumo declarado de casi todas las sustancias disminuyó drásticamente entre 2020 y 2021, tras el inicio de la pandemia del COVID-19 y los cambios relacionados como el cierre de escuelas y el distanciamiento social. En 2022, la mayor parte del consumo de sustancias reportado entre los adolescentes se mantuvo estable en estos niveles reducidos, y estos últimos datos muestran que esta tendencia ha continuado en 2023.
La encuesta Monitoring the Future es realizada por investigadores de la Universidad de Michigan, Ann Arbor, y financiada por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud.
Los datos de 2023 siguen documentando tendencias de consumo de drogas ilícitas estables o en descenso entre las personas jóvenes a lo largo de muchos años. Sin embargo, y esto es importante, otras investigaciones han informado de un aumento drástico de las muertes por sobredosis entre los adolescentes entre 2010 y 2021 (en inglés), que se mantuvo elevado hasta pleno 2022 según un análisis del NIDA de los datos de los CDC y del Censo. Este aumento se atribuye en gran medida al fentanilo ilícito, una potente droga sintética, que contamina el suministro de pastillas falsificadas hechas para parecerse a los medicamentos con receta. En conjunto, estos datos sugieren que, aunque el consumo de drogas no se está volviendo más común entre las personas jóvenes, sí se está volviendo más peligroso.
"Las investigaciones han demostrado que retrasar el inicio del consumo de sustancias entre las personas jóvenes, aunque sea un año, puede disminuir el consumo de sustancias durante el resto de sus vidas. Quizás estemos viendo cómo esto se reproduce en tiempo real", afirmó la Dra. Nora Volkow, directora del NIDA. "Esta tendencia es tranquilizadora. Sin embargo, sigue siendo crucial continuar educando a las personas jóvenes sobre los riesgos y daños del consumo de sustancias de una forma abierta y honesta, destacando que las pastillas ilícitas y otras sustancias pueden contener fentanilo mortal."
La encuesta Monitoring the Future se realiza anualmente a estudiantes de octavo, décimo y duodécimo curso que comunican por sí mismos sus conductas de consumo de sustancias durante varios periodos de tiempo, como los últimos 30 días, los últimos 12 meses y toda la vida. La encuesta también documenta las percepciones de los estudiantes sobre los daños, la desaprobación del consumo y la disponibilidad percibida de las drogas. Los resultados de la encuesta se publican el mismo año en que se recogen los datos. De febrero a junio de 2023, los investigadores de Monitoring the Future recogieron 22.318 encuestas de estudiantes matriculados en 235 escuelas públicas y privadas de Estados Unidos.
Al analizar los datos por drogas específicas, la encuesta descubrió que los adolescentes declararon haber consumido alcohol, vapor de nicotina y cannabis con mayor frecuencia durante el último año, y los niveles en general disminuyeron o se mantuvieron estables con respecto al consumo más bajo registrado en 2022. En comparación con los niveles reportados en 2022, los datos reportados en 2023 muestran:
- El consumo de alcohol se mantuvo estable para los alumnos de octavo y décimo grado, con un 15,1% y un 30,6% de consumo en el último año respectivamente, y disminuyó para los alumnos de duodécimo grado, con un 45,7% de consumo en el último año (frente al 51,9% del año anterior).
- El vapeo de nicotina permaneció estable para los alumnos de octavo grado, con un 11,4% que declaró haber vapeado nicotina en el último año. Descendió en los cursos superiores, del 20,5% al 17,6% en décimo y del 27,3% al 23,2% en duodécimo.
- El consumo de cannabis se mantuvo estable en los tres grados encuestados, con un 8,3% de los alumnos de octavo grado, un 17,8% de los de décimo grado y un 29,0% de los de duodécimo grado que declararon haber consumido cannabis en el último año. Hay que destacar que el 6,5% de los alumnos de octavo grado, el 13,1% de los de décimo grado y el 19,6% de los de duodécimo grado declararon haber consumido cannabis vía vapor en el último año, lo que refleja una tendencia estable entre los tres grados.
- El consumo de Delta-8-THC (en inglés) (una sustancia psicoactiva que se encuentra en la planta Cannabis sativa, de la que la marihuana y el cáñamo son dos variedades) se midió por primera vez en 2023, con un 11,4% de alumnos de duodécimo grado que declararon haberlo consumido en el último año. A partir de 2024, también se preguntará a los alumnos de octavo y décimo grado sobre el consumo de Delta-8.
- El consumo de alguna droga ilícita distinta de la marihuana también se mantuvo estable en los tres grados encuestados, con un 4,6% de los alumnos de octavo grado, un 5,1% de los de décimo grado y un 7,4% de los de duodécimo grado que declararon haber consumido alguna droga ilícita distinta de la marihuana en el último año. Estos datos se basan en tendencias a largo plazo que documentan un consumo bajo y bastante constante de sustancias ilícitas declarado entre los adolescentes, como el consumo de cocaína y heroína en el último año y el uso indebido de medicamentos con receta, en general.
- El consumo de sustancias narcóticas distintas de la heroína (incluyendo Vicodin, OxyContin, Percocet, etc.) disminuyó entre los alumnos de duodécimo grado, con un 1,0% que informó haber consumido en el último año (igualando el mínimo histórico reportado en 2021 y por debajo de la cifra máxima de 9,5% en 2004).
- La abstinencia, o no consumo, de marihuana, alcohol y nicotina aumentó entre los alumnos de duodécimo grado, con un 62,6% que declaró abstenerse de cualquier consumo de estas sustancias durante el último mes. Este porcentaje se mantuvo estable para los alumnos de octavo y décimo grado, con un 87,0% y un 76,9% que declararon abstenerse de cualquier consumo de marihuana, alcohol y nicotina durante el último mes.
"Durante 49 años consecutivos, la encuesta Monitoring the Future ha seguido de cerca los cambios en las tendencias de consumo de sustancias entre las personas jóvenes, ayudando a identificar y rastrear las tendencias emergentes con relevancia para la salud pública", afirmó el doctor Richard A. Miech, jefe del equipo del estudio Monitoring the Future de la Universidad de Michigan. "La adición de un índice para evaluar el consumo de delta-8 este año es un ejemplo de ello, y nos sorprendió ver niveles de consumo tan elevados entre los alumnos de duodécimo grado. De cara al futuro, a medida que cambien las políticas y el acceso a esta droga, será importante seguir vigilando su consumo entre los adolescentes."
Aunque el tamaño de la muestra de 22.318 encuestados en 2023 fue inferior al tamaño de la muestra de la recopilación de datos de un año típico prepandémico, los resultados se obtuvieron de una muestra representativa a nivel nacional y los datos se ponderaron estadísticamente para proporcionar cifras nacionales. Este año, el 13% de los estudiantes que realizaron la encuesta se identificaron como negros o afroamericanos, el 1% como indios americanos o nativos de Alaska, el 3% como asiáticos, el 25% como hispanos, el 1% como de Oriente Medio, el 41% como blancos y el 16% como más de una de las categorías anteriores. La encuesta también pide a los encuestados que se identifiquen como hombre, mujer, otro, o prefieren no contestar. Para la encuesta de 2023, el 48% de los estudiantes se identificó como hombre, el 47% como mujer, el 1% como otro y el 4% seleccionó la opción "prefiero no contestar".
Los investigadores de Monitoring the Future señalan que las escuelas optan por participar en la encuesta, y algunas escuelas que históricamente habían participado optaron por no hacerlo en los años después de la aparición de la pandemia del COVID-19. Todos los alumnos participantes realizaron la encuesta a través de la web -en tabletas o en una computadora- y el 98% de los encuestados realizaron la encuesta en persona dentro de la escuela en 2023. Por lo tanto, los estudiantes con menos compromiso en la escuela - un conocido factor de riesgo para el consumo de drogas - pueden haber sido menos propensos a participar en la encuesta.
Las tablas de datos de Monitorización del Futuro 2023 (en inglés) que destacan los resultados de la encuesta están disponibles en línea a través de la Universidad de Michigan.
Para obtener más información sobre los programas de tratamiento de drogas y salud mental disponibles en su área, llame a la línea nacional de ayuda gratuita y confidencial 1-800-662-HELP (4357) o visite www.FindTreatment.gov. (en inglés)
Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA es parte de los Institutos Nacionales de la Salud, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. El NIDA apoya la mayor parte de la investigación a nivel mundial sobre los aspectos de salud relacionados con el consumo de drogas y la adicción. El Instituto lleva a cabo una gran variedad de programas para informar a la política, mejorar la práctica y avanzar en la ciencia de la adicción. Para más información sobre el NIDA y sus programas, visite https://nida.nih.gov/es/
Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país incluye 27 Institutos y Centros y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la agencia federal principal que conduce y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, y están investigando las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades tanto comunes como raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.salud.nih.gov
Acerca de los trastornos por consumo de sustancias: Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones crónicas y tratables de las cuales las personas se pueden recuperar. En 2022, más de 49 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas. También es un trastorno recurrente, en el que los periodos de abstinencia (no consumir sustancias) pueden ir seguidos por un regreso al consumo. El estigma puede hacer que las personas con trastornos por consumo de sustancias sean menos propensas a buscar tratamiento. Utilizar el lenguaje preferido puede ayudar a informar con precisión sobre el consumo de sustancias y la adicción. Vea la guía del NIDA disponible en línea.
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