Los resultados de una encuesta nacional (en inglés) indican que muchos estadounidenses, el 61%, no saben que los médicos de atención primaria pueden recetar medicamentos para el trastorno por consumo de opioides, y el 13% creían de forma equivocada que no podían hacerlo. La encuesta, financiada por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por su sigla en inglés), también descubrió que el 82% de las personas que declararon haber consumido opioides con receta de manera indebida o ilícita se sintieron cómodas consultando a sus médicos de atención primaria para que les recetaran medicamentos para el trastorno por consumo de opioides. Entre los que no habían consumido opioides de forma indebida, la mayoría, el 74%, declaró que se sentirían cómodos remitiendo a sus seres queridos a atención primaria para que recibieran estos medicamentos.
En particular, las personas de raza negra encuestadas eran las más propensas a creer erróneamente que no podían recibir medicamentos para el trastorno por consumo de opioides a través de la atención primaria, lo que apunta a una importante disparidad en la información que puede dificultar aún más el acceso al tratamiento. Los resultados sugieren que existe una gran oportunidad para aumentar la concienciación sobre estos tratamientos y su acceso, mediante esfuerzos que usen estrategias adaptadas a cada cultura para llegar a los distintos grupos. Décadas de investigación han demostrado el enorme beneficio de los medicamentos existentes para el trastorno por consumo de opioides, como la buprenorfina y la metadona (en inglés).
"La atención primaria suele ser el primer punto de contacto de las personas en el sistema de atención médica y puede servir como un entorno crucial para hablar sobre la adicción y recibir medicamentos que salvan vidas", afirmó la Dra. Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por su sigla en inglés) de los NIH. "Necesitamos proporcionar educación y apoyo para que los pacientes se sientan capacitados para buscar ayuda de su médico de atención primaria, y sus médicos se sientan preparados para ayudarles".
Los recientes cambios en la política federal han eliminado algunas barreras a la prescripción de buprenorfina por parte de los médicos de atención primaria, como los requisitos de formación especializada (eliminación de la exención X en 2023) (en inglés) y los límites máximos de pacientes. A pesar de estos cambios, sigue habiendo barreras para recibir medicación para el trastorno por consumo de opioides. Un estudio reciente (en inglés) descubrió que, en el año posterior a la eliminación del requisito de exención para recetar buprenorfina, el número de prescriptores aumentó, pero el número de personas que recibieron la medicación no aumentó.
Los estudios estiman que en los Estados Unidos hay menos de 2.500 médicos (en inglés) especializados en medicina de la adicción. Con aproximadamente 209.000 médicos de atención primaria en los Estados Unidos, canalizar el tratamiento de la adicción a través de la atención primaria podría tener un impacto significativo en la salud pública.
Los investigadores de la Universidad Brown de Providence, Rhode Island, plantearon la hipótesis de que los factores de salud pública podrían impedir el acceso a estos medicamentos. Formularon preguntas para una encuesta sobre el conocimiento y la comodidad de las personas en torno al tratamiento de los trastornos por consumo de opioides en atención primaria. En colaboración con el NIDA, los investigadores añadieron estas preguntas a una encuesta realizada en inglés y español por la Red de Innovación sobre Opioides de la Comunidad Judicial (JCOIN, por su sigla en inglés), dirigida por el NIDA y apoyada a través de la Iniciativa Ayudando a poner fin a la adicción a largo plazo (en inglés), o Iniciativa HEAL de los NIH. Los investigadores de la JCOIN administraron esta encuesta en junio de 2023, dirigida a una muestra representativa a nivel nacional de adultos mayores de 18 años.
Entre los 1.234 encuestados, el 57% eran mujeres, el 43% eran hombres, el 12% personas de raza negra, el 15% eran personas hispanas/latinas, el 68% eran personas de raza blanca y el 5% declararon ser de otra raza o de dos o más razas. La mayoría de los encuestados estaban de acuerdo (53%) o muy de acuerdo (24%) en que la consulta de un médico de atención primaria debería ser un lugar en el que las personas pudieran recibir tratamiento para un trastorno por consumo de opioides.
"Hemos hecho grandes avances para facilitar a los médicos de atención primaria la prescripción de estos tratamientos seguros y eficaces, pero nuestro estudio indica una desconexión crítica entre la necesidad de medicamentos para el trastorno por consumo de opioides y el conocimiento de la gente sobre el acceso a ellos ", dijo Brandon del Pozo, Ph.D., profesor asistente en la Escuela de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown y autor principal del estudio. "La ciencia, la salud pública, los seguros, la política y la percepción pública deben alinearse para mejorar el acceso al tratamiento".
Los autores señalan que las futuras investigaciones deberían explorar estrategias específicas para aumentar la concienciación pública e investigar el impacto de una mayor participación de los médicos de atención primaria en el suministro de medicamentos para el trastorno por consumo de opioides. El desarrollo de campañas de concienciación similares a las de las pruebas del VIH y el cribado del cáncer -que incluyan material educativo en los centros médicos y un cribado proactivo por parte de los médicos de atención primaria- podría ayudar a abordar esta brecha en el conocimiento público. Los autores afirman que, al aumentar la concienciación pública y la exigencia, los médicos de atención primaria podrían verse más incentivados a ofrecer medicamentos para el trastorno por consumo de opioides, especialmente con un apoyo clínico y administrativo adecuado.
Este estudio, publicado en JAMA Network Open, fue apoyado por el NIDA, con apoyo adicional del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales de los NIH.
El NIH Helping to End Addiction Long-termSM, y NIH HEAL InitiativeSM son marcas de servicio registradas del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Si usted o alguien que conoce está pasando por una situación difícil o de crisis, hay ayuda disponible. Llame o envíe un mensaje de texto al 988 o chatee por internet en 988lifeline.org/es. Para saber cómo obtener apoyo para problemas de salud mental, drogas o alcohol, visite FindSupport.gov. Si está listo para localizar un centro o proveedor de tratamiento, puede ir directamente a FindTreatment.gov (en inglés) o llamar al 800-662-HELP (4357).
Referencia:
- B del Pozo, et al. Knowledge, attitudes, and beliefs of US adults about opioid use disorder treatment in primary care. JAMA Network Open. DOI: 10.1001/jamanetworkopen.2024.19094 (2024).
Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA es parte de los Institutos Nacionales de la Salud, del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. El NIDA apoya la mayor parte de la investigación a nivel mundial sobre los aspectos de salud relacionados con el consumo de drogas y la adicción. El Instituto lleva a cabo una gran variedad de programas para informar a la política, mejorar la práctica y avanzar en la ciencia de la adicción. Para más información sobre el NIDA y sus programas, visite https://nida.nih.gov/es/
Acerca de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH): Los NIH, la agencia de investigación médica del país incluye 27 Institutos y Centros y es un componente del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Los NIH son la agencia federal principal que conduce y apoya la investigación médica básica, clínica y traslacional, y están investigando las causas, los tratamientos y las curas de enfermedades tanto comunes como raras. Para más información sobre los NIH y sus programas, visite www.salud.nih.gov
Acerca de los trastornos por consumo de sustancias: Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones crónicas y tratables de las cuales las personas se pueden recuperar. En 2022, más de 49 millones de personas en los Estados Unidos padecían de al menos un trastorno por consumo de sustancias. Los trastornos por consumo de sustancias se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de las consecuencias negativas. También es un trastorno recurrente, en el que los periodos de abstinencia (no consumir sustancias) pueden ir seguidos por un regreso al consumo. El estigma puede hacer que las personas con trastornos por consumo de sustancias sean menos propensas a buscar tratamiento. Utilizar el lenguaje preferido puede ayudar a informar con precisión sobre el consumo de sustancias y la adicción. Vea la guía del NIDA disponible en línea.
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