El porcentaje de muertes por sobredosis vinculadas con metadona disminuyó entre enero de 2019 y agosto de 2021

Datos nacionales indican que la expansión del tratamiento durante la era de COVID no estuvo asociada con consecuencias perjudiciales; suman evidencia en respaldo del tratamiento del trastorno por consumo de opioides en el hogar

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Familia multigeneracional cenando en el patio trasero de su casa.
©Getty Images/AleksandarNakic

Un nuevo estudio revela que el porcentaje de muertes por sobredosis vinculadas con metadona en relación con el total de muertes por sobredosis de drogas disminuyó entre enero de 2019 y agosto de 2021. El acceso a la metadona, un fármaco que se utiliza para tratar el trastorno por consumo de opioides, se amplió al comienzo de la pandemia de COVID-19 a fin de permitir que más pacientes pudieran llevar las dosis a su hogar en vez de visitar diariamente una clínica. Estos datos indican que el mayor acceso al tratamiento no estuvo asociado con consecuencias perjudiciales. Si bien hubo un aumento en las muertes por sobredosis de drogas con y sin metadona en el mes de marzo de 2020, las muertes por sobredosis que no incluyeron metadona continuaron aumentando en los meses posteriores al cambio de política, mientras que las muertes por sobredosis que incluyeron metadona se mantuvieron estables.

El estudio, publicado hoy en JAMA Psychiatry, fue un esfuerzo colaborativo encabezado por investigadores del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA), que forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), y del Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones (NCIPC), el cual funciona dentro del ámbito de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). 

Datos provisionales de los CDC estiman que en 2021 murieron más de 107,000 personas por sobredosis de drogas, y el 75% de esas muertes incluyeron un opioide. El aumento generalizado de las muertes por sobredosis es atribuible mayormente a la proliferación del fentanilo ilícito —un opioide sintético extremadamente potente— en la provisión de drogas. Un componente clave de la respuesta del Gobierno federal a la crisis de sobredosis es ampliar el acceso a medicamentos para tratar el trastorno por consumo de opioides. Sin embargo, solo el 18% de las personas con trastorno por consumo de opioides reciben tratamiento farmacológico. A pesar de que los beneficios de proveer un medicamento inocuo y eficaz para el trastorno por consumo de opioides son bien conocidos, décadas del estigma asociado con tratar los trastornos por consumo de drogas con medicamentos han contribuido a que la difusión sea mínima.

“El tratamiento es una herramienta esencial para detener la adicción y la crisis de sobredosis, pero es ampliamente subutilizado”, dijo la Dra. Nora Volkow, directora del NIDA y autora sénior. “Esta evidencia suma importante peso al argumento de que el tratamiento eficaz para los trastornos por consumo de drogas debe ofrecerse de una manera accesible y práctica que le resulte útil a las personas que lo necesitan”.

En Estados Unidos, la metadona para tratar el trastorno por consumo de opioides solo puede suministrarse a través de programas de tratamiento con certificación federal en los que la mayoría de los pacientes deben visitar a diario una clínica en persona para recibir el fármaco. Durante décadas, este requisito ha sido identificado como una barrera a menudo insuperable para acceder a este tratamiento y continuarlo, particularmente para las personas que intentan lograr un equilibrio entre el empleo, el cuidado de los niños y otras necesidades. El requisito en cuestión presentó desafíos únicos durante la pandemia de COVID-19, ya que el acceso al tratamiento en persona se vio limitado debido a la preocupación por la exposición a la enfermedad. A fin de asegurar la continuidad de la atención para quienes ya estaban recibiendo tratamiento con metadona, el 16 de marzo de 2020 la Administración de Servicios para el Abuso de Sustancias y la Salud Mental (SAMHSA) permitió que los estados solicitaran excepciones para proveer hasta 28 y 14 días de metadona, respectivamente, a pacientes estables y menos estables para uso en el hogar.

A fin de evaluar el impacto y los posibles efectos perjudiciales de estos cambios de política, los investigadores utilizaron datos desde enero de 2019 hasta agosto de 2021 del Sistema Nacional de Estadísticas Vitales (NVSS) de los CDC, una base de datos nacional sobre mortalidad. Los investigadores calcularon las muertes mensuales por sobredosis de drogas sin participación de metadona, las muertes mensuales por sobredosis con participación de metadona y el porcentaje de las muertes totales por sobredosis que estuvo vinculado con metadona. Luego, evaluaron si había habido un cambio en los resultados antes y después de la modificación de la política que en marzo de 2020 permitió llevar metadona al hogar. Lo hicieron a través del análisis de series de tiempo interrumpidas, un método de evaluación para intervenciones de salud pública a gran escala con puntos de inicio bien definidos.

Los investigadores hallaron que el aumento promedio de las muertes por sobredosis no vinculadas con metadona fue de 78 muertes adicionales cada mes antes de marzo de 2020, las muertes aumentaron a 1,078 durante marzo de 2020, y luego continuaron aumentando un promedio de 69 muertes adicionales cada mes después de marzo de 2020. Las muertes por sobredosis vinculadas con metadona vieron un aumento similar en marzo de 2020 (94 muertes más). No obstante, la tendencia en la cantidad de muertes por mes antes y después de este aumento inicial se mantuvo estable, y el porcentaje de muertes por sobredosis vinculadas con metadona disminuyó a tasas similares antes y después del cambio que autorizó el tratamiento en el hogar: se observó una declinación, del 4.5% de las muertes por sobredosis en enero de 2019 al 3.2% en agosto de 2021.

En conjunto, estos hallazgos indican que el modesto aumento en las muertes por sobredosis con participación de metadona en marzo de 2020 probablemente fue un reflejo del aumento general de muertes por sobredosis impulsado por el fentanilo de producción ilícita, y no fue consecuencia del cambio en la política que autorizó el uso de metadona en el hogar. En una réplica de conclusiones similares de estudios más pequeños, estos datos nacionales proporcionan evidencia de que el cambio de política establecido en marzo del 2020 que amplió el programa de tratamiento para los opioides y permitió llevar metadona al hogar no estuvo asociado con aumentos en las muertes por sobredosis con participación de metadona, a pesar de que hubo marcados aumentos en las muertes totales por sobredosis durante el período de estudio. Sumados a  otros estudios que han demostrado la existencia de beneficios relacionados con estas políticas, los autores destacan que estos hallazgos pueden guiar la toma de decisiones sobre la expansión permanente de los programas de tratamiento de opioides para permitir llevar metadona al hogar.

“El objetivo de la política sanitaria debe ser promover la salud y reducir el daño, y nuestro objetivo es conducir estudios como este para asegurar que esas políticas estén basadas en la mejor evidencia científica disponible”, dijo el Dr. Christopher M. Jones, doctor en Farmacia y Salud Pública, autor principal del estudio y director en funciones del Centro Nacional de Prevención y Control de Lesiones (NCIPC) de los CDC. “Proyectos como este también destacan los hallazgos importantes que pueden emerger cuando varias agencias colaboran con una misión común, mientras continuamos trabajando juntos para abordar la crisis de sobredosis”.

Para consultar más información sobre programas de tratamientos para el consumo de drogas o la salud mental, llame en forma gratuita y confidencial a la Línea Nacional de Ayuda al 1-800-662-HELP (4357) o visite www.FindTreatment.gov.

Referencia:

Acerca del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA): El NIDA forma parte de los Institutos Nacionales de la Salud, una dependencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. El NIDA patrocina la mayor parte de la investigación mundial sobre el impacto que el consumo de drogas y la drogadicción tienen sobre la salud. El Instituto conduce una gran variedad de programas para orientar políticas, mejorar la práctica y avanzar en el conocimiento científico de la adicción. Para obtener más información sobre el NIDA y sus programas, visite www.nida.nih.gov.

Acerca de los Institutos Nacionales de Salud (NIH): Los Institutos Nacionales de la Salud, el organismo nacional de investigación médica, comprenden 27 institutos y centros y forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. El NIH es el principal organismo federal que conduce y respalda la investigación médica básica, clínica y traslacional, y está trabajando en la investigación de las causas, los tratamientos y la cura de enfermedades, tanto comunes como infrecuentes. Para obtener más información sobre los Institutos Nacionales de la Salud y sus programas, visite www.nih.gov.

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