Puntos destacados
- El NIDA apoya la investigación para desarrollar y probar estrategias efectivas y sostenibles para prevenir el uso o consumo indebido de sustancias, la progresión a trastornos por uso de sustancias y otros efectos negativos del uso de sustancias en la salud.
- Las estrategias de prevención basadas en pruebas pueden tener beneficios a largo plazo y ahorrar costes tanto para la salud personal como para la salud pública, especialmente cuando se aplican durante la infancia y la adolescencia. Se han diseñado estrategias de prevención eficaces para satisfacer las necesidades de las personas en diferentes etapas de la vida -desde el periodo prenatal hasta la primera infancia, la adolescencia y la edad adulta- y en entornos variados como la vida familiar, las escuelas, los centros de atención de salud y las comunidades.
- Los estudios indican que es más probable que se produzcan trastornos por consumo de sustancias y otros daños relacionados con las drogas cuando una persona ha experimentado factores de riesgo como antecedentes familiares de trastornos por consumo de sustancias, traumas personales o acceso a las drogas. Los factores de protección, como las buenas relaciones con la familia y los compañeros y la estabilidad económica, pueden disminuir la probabilidad de que una persona desarrolle trastornos por consumo de sustancias.
Las personas indican que consumen drogas por una gran variedad de razones. Algunas personas consumen drogas para sentir efectos de placer, estimulación o relajación. Otras que experimentan ansiedad, estrés, depresión o dolor pueden consumir drogas para intentar sentirse mejor. Algunas personas consumen drogas para intentar mejorar su concentración en la escuela o en el trabajo o sus habilidades en el deporte. Muchas personas -especialmente los jóvenes- consumen drogas por curiosidad y debido a la presión social. La edad a la que las personas empiezan a consumir drogas -y si continúan o no- depende de distintos factores individuales y sociales a lo largo de la vida de una persona. Lea más sobre los factores de riesgo y de protección que influyen en que las personas consuman drogas o desarrollen trastornos por consumo de sustancias.
Algunas de las personas que consumen drogas acaban desarrollando trastornos por consumo de sustancias o experimentan otros daños. Sin embargo, las estrategias de prevención basadas en pruebas pueden ayudar a las personas a evitar el consumo de sustancias, los trastornos por consumo de sustancias y los problemas relacionados con la salud y la seguridad.
¿Qué son los trastornos por consumo de sustancias? ¿Qué es la adicción?
Los trastornos por consumo de sustancias son afecciones médicas crónicas que pueden tratarse y de las que las personas pueden recuperarse. Se definen en parte por el consumo continuado de sustancias a pesar de los resultados negativos. Los trastornos por consumo de sustancias pueden diagnosticarse como leves, moderados o graves en función de si la persona cumple los criterios de diagnóstico definidos. La adicción no es un diagnóstico formal y el término se utiliza de muchas maneras. Algunas personas usan el término para describir algunos trastornos por consumo de sustancias, especialmente las presentaciones más graves.
Aunque muchas personas experimentan con las drogas en algún momento de su vida e incluso siguen consumiéndolas, sólo algunas personas desarrollan trastornos por consumo de sustancias. Ningún factor por sí solo determina si una persona desarrollará un trastorno por consumo de sustancias. Estas condiciones de salud crónicas (pero tratables) surgen de la interacción de distintos factores individuales y sociales a lo largo de la vida de una persona. Lea más sobre los factores de riesgo y de protección que influyen en que las personas consuman drogas o desarrollen trastornos por consumo de sustancias.
Es importante destacar que las estrategias de prevención basadas en pruebas pueden ayudar a las personas a evitar el consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias. Para las personas que sí desarrollan trastornos por consumo de sustancias, un tratamiento seguro y eficaz puede ayudar.
Los factores de riesgo para el consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias pueden incluir los genes de una persona, otras características individuales y aspectos de su entorno social, y el impacto de estos factores puede cambiar en diferentes etapas de la vida de una persona.1 En general, cuantos más factores de riesgo tenga una persona -como un trauma en los primeros años de vida, estrés crónico, antecedentes familiares de adicción o compañeros que consumen drogas- mayores serán las probabilidades de que consuma sustancias y desarrolle un trastorno por consumo de sustancias.2,3
El consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias no son inevitables, incluso en presencia de múltiples factores de riesgo. Existen otros factores que pueden ayudar a proteger a alguien del consumo de sustancias y del desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias. Los factores de protección incluyen ciertos aspectos individuales, como el optimismo, e influencias ambientales, como las buenas relaciones familiares y entre compañeros, y la estabilidad económica.4
Es importante destacar que muchos factores de riesgo y de protección no son el resultado de las decisiones que toma una persona, sino que son una faceta de su genética heredada, su familia, las circunstancias de su vida y otros aspectos de su biología y su entorno. Comprender mejor estos factores es fundamental para desarrollar estrategias de prevención que disminuyan el impacto de los factores de riesgo y refuercen o introduzcan nuevos factores de protección. El NIDA financia investigaciones para identificar los factores de riesgo y de protección y para buscar formas de prevenir el abuso de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias incluso cuando están presentes múltiples factores de riesgo. Esto incluye el Adolescent Brain Cognitive Development℠ Study (ABCD Study®) (en inglés) y el HEALthy Brain and Child Development Study (en inglés) (HBCD, por su sigla en inglés), que informarán nuestra comprensión del desarrollo saludable -incluyendo el desarrollo cerebral y cognitivo, y cómo las drogas y otras exposiciones lo afectan- y la Cooperativa de Prevención HEAL (en inglés), que está apoyando la investigación para prevenir el uso indebido de opioides y el trastorno por uso de opioides entre adolescentes y adultos jóvenes vulnerables.
Algunos ejemplos de factores que pueden influir en la probabilidad de que una persona consuma drogas, abuse de ellas o desarrolle un trastorno por consumo de sustancias son:
Factores individuales
- Edad de inicio del consumo de sustancias: El consumo de drogas a una edad temprana puede influir en el desarrollo del cerebro y el comportamiento de tal forma que aumente la probabilidad de empezar a consumir otras drogas y desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.5 En consecuencia, las personas que empiezan a consumir sustancias cuando son niños y adolescentes jóvenes tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias en comparación con aquellos que las consumen por primera vez al final de la adolescencia o en la edad adulta joven.6,7,8 Por este motivo, la mayoría de los programas de prevención se centran en prevenir o retrasar el consumo de sustancias en los jóvenes.9 Lea más sobre la prevención para las personas jóvenes.
- La genética: Los factores biológicos heredados pueden desempeñar una función importante en la probabilidad de que una persona consuma sustancias y de que desarrolle un trastorno por consumo de sustancias.2,10
- Otros problemas de salud mental: Las personas con otros trastornos mentales como depresión, ansiedad, TEPT y muchas otras afecciones psiquiátricas también tienen más probabilidades de consumir sustancias y de desarrollar trastornos por consumo de sustancias. 4,11,12
- Sexo biológico: Los factores relacionados con el sexo biológico -como la diferente estructura y función del cerebro, la composición de los tejidos y las funciones endocrinas y metabólicas en hombres y mujeres- pueden influir en la forma en que una persona responde a las drogas.13 Por ejemplo, las mujeres consumen drogas con menos frecuencia y en menor cantidad que los hombres, pero pueden experimentar los efectos con más intensidad, y el consumo de sustancias en las mujeres suele desarrollar una adicción más rápidamente que en los hombres.14,15
- La personalidad: Las características individuales como la tendencia a asumir riesgos, la búsqueda de sensaciones, la agresividad o las respuestas exacerbadas al estrés crónico pueden influir en la probabilidad de consumir sustancias y desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.16,17,18
- Tipos y hábitos específicos de consumo de drogas: El consumo de ciertas drogas como los opioides, la nicotina y la metanfetamina se asocia a una mayor probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias que el consumo de otras drogas como los psicodélicos.19,20 Del mismo modo, el consumo de drogas inyectables tiene una mayor relación con el desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias, ya que se introduce una mayor cantidad de droga de forma más rápida en el cerebro en comparación con otras vías de administración.21
Factores familiares
- Relaciones familiares: Las investigaciones demuestran que crecer en un entorno familiar de apoyo y estable en comparación con uno asociado a experiencias infantiles adversas (ACE) como traumas, abusos y abandono puede influir en la probabilidad de que una persona consuma drogas y desarrolle trastornos por consumo de sustancias en etapas posteriores de su vida.22,23 También se ha descubierto que un mayor nivel de participación de los padres y la percepción de los jóvenes de que los padres están al tanto de sus actividades son factores de protección.24,25
- El consumo de sustancias y las actitudes de los padres: El hecho de que los padres consuman drogas o alcohol y su nivel de permisividad o aceptación del consumo de sustancias afectan a la probabilidad de que un niño o adolescente consuma sustancias. 26,26
Factores comunitarios
- La escuela: Los estudios demuestran que ciertos aspectos del entorno escolar -como la frecuencia con la que otros alumnos consumen drogas y la conexión que sienten los estudiantes con sus compañeros- pueden influir en que los alumnos consuman o eviten las sustancias. 4,27
- Compañeros: El hecho de que los compañeros de un individuo consuman drogas o desaprueben el consumo de sustancias influye mucho en que ese individuo consuma sustancias, sobre todo durante la juventud. 4,27
- Vecindario: Las investigaciones demuestran que vivir en un vecindario con altos niveles de pobreza o violencia se asocia a una mayor probabilidad de consumir sustancias.25,27,28 Las relaciones y los entornos comunitarios positivos se han asociado a un menor consumo de sustancias y a una menor progresión del consumo de sustancias a trastornos por consumo de sustancias.29
Factores estructurales
- Sociales: El estigma y la discriminación por motivos de raza, etnia, sexo u otros factores pueden causar un estrés crónico que haga a alguien más vulnerable al consumo de sustancias y a desarrollar trastornos por consumo de sustancias.30
- Económicos: Crecer en un hogar o en un vecindario con menos recursos puede afectar al desarrollo cerebral de los niños de una forma que puede hacerlos más vulnerables a futuros trastornos por consumo de sustancias.31 La inseguridad de la vivienda y el acceso limitado a la educación y al empleo también están asociados a los trastornos por consumo de sustancias. 32
- Leyes y cultura: El acceso a las sustancias,27 así como las leyes, políticas, cultura, normas y actitudes que rodean su consumo en una sociedad, pueden influir a la hora de que un individuo consuma sustancias y experimente problemas de salud relacionados, incluidos los trastornos por consumo de sustancias.4
Los investigadores llevan décadas trabajando para comprender mejor los factores que influyen en el consumo de sustancias y los resultados negativos asociados.33 Los resultados han conducido al desarrollo de intervenciones basadas en pruebas y diseñadas para prevenir el consumo de sustancias y los resultados negativos relacionados con él. Lea más sobre los programas de prevención basados en pruebas.
Los programas de prevención basados en pruebas están diseñados para prevenir el consumo de sustancias y los resultados negativos relacionados. La mayoría de las estrategias están diseñadas para ser aplicadas en entornos específicos, a grupos de edad específicos y a poblaciones específicas. Los programas de prevención pueden tener como objetivo:
- Reducir los factores de riesgo y potenciar los factores de protección.
- Ayudar a las personas a evitar o retrasar el inicio del consumo de drogas.
- Impedir que el consumo de sustancias progrese hacia un consumo de mayor riesgo o hacia un trastorno por consumo de sustancias.
- Reducir los daños relacionados con el consumo y el abuso de sustancias, como las lesiones o las infecciones.
Los programas de prevención pueden clasificarse como de alcance universal (enfoques amplios para el público o para todo el mundo en un entorno determinado); seleccionados (para individuos o grupos con un factor de riesgo conocido para los trastornos por consumo de sustancias), o indicados (para individuos con comportamientos que indican que pueden estar en riesgo de sufrir trastornos por consumo de sustancias).34,35
Los programas de prevención también suelen diseñarse para satisfacer las necesidades de las personas en etapas específicas de la vida -el periodo prenatal, la primera infancia, la adolescencia o la edad adulta- y en entornos específicos como los hogares familiares, las consultas médicas y las comunidades.36
- Los programas basados en la familia ayudan a los padres y a otros cuidadores a acceder a recursos y habilidades asociados con mejores resultados en el consumo de sustancias en los niños.37,38,39 Pueden incluir, por ejemplo, la Asociación Enfermera-Familia, una intervención intensiva de habilidades parentales que proporciona visitas de enfermeras a domicilio para padres primerizos y futuros padres, o clases de crianza (en inglés) para enseñar a los cuidadores sobre el desarrollo infantil temprano y cómo construir relaciones cálidas y de apoyo con los niños. Descubra más sobre los recursos para padres y cuidadores (en inglés) de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA, por su sigla en inglés), y de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos, incluida la publicación Growing Up Drug Free: A Parent's Guide to Substance Use Prevention (en inglés).
- Los programas escolares ayudan a los alumnos a desarrollar habilidades sociales, emocionales, cognitivas y de rechazo a las sustancias y les proporcionan información precisa sobre las drogas.40,41 Estos programas pueden proporcionar habilidades (en inglés) sociales y emocionales a los niños, poner en contacto a los jóvenes en situación de riesgo con mentores positivos o coordinar las actividades extraescolares. Algunos ejemplos son el Good Behavior Game (en inglés) y la Classroom-Centered Intervention (en inglés). Consulte los recursos del NIDA para padres y educadores (en inglés).
- Los programas comunitarios involucran a organizaciones y líderes de la comunidad (en inglés) para identificar y abordar los factores de riesgo del consumo de sustancias a nivel local y facilitar formas de disminuir su impacto.42 Esto incluye Communities that Care (en inglés), que identifica y pone en práctica las intervenciones basadas en pruebas que mejor se adaptan a las necesidades y los recursos de una comunidad.
- Los programas para poblaciones específicas ayudan a grupos de personas con circunstancias o características compartidas -como el estado del VIH, la identidad étnica y racial, el sexo y el género, o la ubicación geográfica- a superar retos únicos y amplificar puntos fuertes únicos que pueden influir en los resultados del consumo de sustancias. Por ejemplo, un programa para jóvenes sin hogar puede ofrecer vivienda, educación y cuidados de salud (en inglés) para ayudar a contrarrestar los factores de riesgo de un nuevo consumo de sustancias o de un empeoramiento del consumo.
- Las estrategias de prevención en los cuidados de salud ayudan a los médicos a determinar si los pacientes pueden estar en riesgo de sufrir trastornos por consumo de sustancias y a ponerlos en contacto con los cuidados y otros servicios que pueden ayudarles (Mitchell 2013) (en inglés).44 Esto incluye actividades como la realización de pruebas de detección como parte de una visita rutinaria de atención primaria pediátrica.45 El NIDA proporciona dos herramientas de detección breves en línea basadas en pruebas (en inglés) que los proveedores pueden usar para evaluar el riesgo de trastorno por consumo de sustancias (SUD, por su sigla en inglés) entre los adolescentes de 12 a 17 años, el Screening to Brief Intervention (S2BI, por su sigla en inglés) y el Brief Screener for Tobacco, Alcohol, and other Drugs (BSTAD, por su sigla en inglés).
- Los programas también pueden adaptarse a los lugares de trabajo y a los entornos judiciales. Por ejemplo, una investigación financiada por el NIDA ha investigado formas de reducir el consumo de sustancias (en inglés) en jóvenes implicados en la justicia en comunidades rurales.
Lea más sobre cómo el NIDA contribuye al avance de la ciencia sobre estrategias de prevención eficaces.
Los estudios han demostrado que las estrategias de prevención basadas en pruebas tienen beneficios a largo plazo que ahorran costes tanto para la salud personal como para la salud pública, con efectos positivos que se mantienen durante generaciones. La investigación apoyada por el NIDA sigue evaluando el impacto económico de los programas de prevención, cómo optimizar la rentabilidad y la eficacia, y cómo traducir la ciencia en políticas razonadas. Además de promover mejores resultados de salud, se ha demostrado que los programas de prevención bien gestionados son rentables y tienen sentido desde el punto de vista financiero por varias razones:
- El consumo de sustancias puede provocar pérdidas económicas. Las sobredosis de drogas, los trastornos por consumo de sustancias y otras complicaciones del consumo de sustancias suelen ocasionar profundas pérdidas a las personas, las familias y las comunidades. Aunque algunas pérdidas pueden ser difíciles de cuantificar, las investigaciones demuestran que el consumo de sustancias también puede provocar pérdidas económicas. Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos muestran que sólo el trastorno por consumo de opioides y la sobredosis de opioides costaron a los Estados Unidos 1,02 trillones de dólares en 2017.46
- Una mayor inversión en la prevención podría compensar algunos de estos costes. Un estudio de un sistema de salud estatal descubrió que más del 10% de los costes hospitalarios incurridos en 2019 (más de 327 millones de dólares) estaban asociados a comportamientos de alto riesgo de los adolescentes, incluido el consumo de sustancias, que podrían evitarse mediante la detección y derivación a programas de prevención basados en la familia.47
- Los impactos pueden ser duraderos. Un análisis de 2021 del sistema de prevención Communities That Care (en inglés), que ayuda a las comunidades a utilizar sus recursos de la forma más eficaz para abordar los factores de riesgo identificados, demostró que una inversión de aproximadamente 602 dólares en cada niño (ajustada a dólares de 2017) produjo un ahorro estimado de 7.754 dólares cuando los participantes tenían 23 años.48 Además, la investigación ha demostrado que las intervenciones de prevención en la primera infancia, como el programa Raising Healthy Children (en inglés), pueden tener efectos positivos en el comportamiento y los resultados de salud a lo largo de generaciones.49
- Los programas de prevención pueden beneficiar a múltiples resultados de salud. Los trastornos por consumo de sustancias suelen coocurrir con otros trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y el trastorno por estrés postraumático (TEPT). Los beneficios de la prevención de los trastornos por consumo de sustancias, sobre todo en la primera infancia, pueden extenderse a la prevención de otros trastornos mentales en etapas futuras de la vida.43
Muchas estrategias de prevención están dirigidas no sólo a prevenir el consumo de sustancias y el trastorno por consumo de sustancias, sino también otros daños relacionados con el consumo de drogas, como las sobredosis, las enfermedades infecciosas o las lesiones. Algunas estrategias pretenden hacerlo al prevenir directamente el consumo de drogas. Por el contrario, los enfoques de reducción de daños pretenden reducir ciertos problemas de salud y seguridad asociados al consumo de drogas y mejorar la salud y el bienestar durante el consumo activo de drogas. Descubra más información sobre la reducción de daños.
El NIDA financia la investigación para comprender los factores de riesgo y de protección, para reducir los factores de riesgo y reforzar los factores de protección, y para traducir esta comprensión en estrategias basadas en la evidencia y determinar la mejor manera de aplicar y ampliar estas estrategias.
Desarrollar y probar estrategias nuevas, seguras, efectivas y sostenibles para prevenir el uso o abuso de sustancias y su progresión a trastornos por uso de sustancias u otros efectos negativos para la salud es una prioridad clave de investigación (en inglés) para el NIDA.
La investigación sobre prevención apoyada por el NIDA se adapta para abordar situaciones en constante evolución como la actual crisis de sobredosis de drogas, el acceso equitativo a los cuidados de salud y las influencias sociales y estructurales sobre la salud. La investigación del NIDA también tiene como objetivo promover y capitalizar los avances en las ciencias básicas y del comportamiento, la ciencia de los datos y la tecnología.
El NIDA también apoya la investigación para examinar el impacto social y económico de ciertas leyes y políticas en la prevención del consumo de sustancias y sus efectos negativos sobre la salud. En conjunto, esta investigación ayuda a los responsables políticos y a los profesionales de la salud pública a tomar decisiones informadas para promover mejores resultados de salud en torno al consumo de sustancias.
El NIDA realiza y financia investigaciones con especial atención a:
- Identificar y centrarse en los factores biológicos -como las vías neuronales en el cerebro- implicados en el desarrollo del consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias.
- Identificar los factores de riesgo y de protección del consumo y abuso de sustancias, los trastornos por consumo de sustancias y los problemas de salud y seguridad relacionados, como las sobredosis. Esto incluye aprender más sobre el desarrollo infantil y adolescente a través de estudios como el Adolescent Brain Cognitive Development℠ Study (ABCD Study®) (en inglés) y el HEALthy Brain and Child Development (HBCD) Study (en inglés) para comprender mejor los factores que influyen en el consumo de sustancias y los problemas de salud relacionados.
- Aumentar la resiliencia de las personas y su capacidad de protegerse de los factores estresantes para ayudar a prevenir el consumo de sustancias y promover hábitos saludables a lo largo de toda la vida.
- Desarrollar estrategias para prevenir el consumo de sustancias y su progresión hacia un consumo perjudicial, hacia el consumo de múltiples sustancias y hacia un trastorno por consumo de sustancias y otros efectos adversos para la salud.
- Comprender por qué y cómo funcionan los enfoques de prevención eficaces y mejorar su adopción y alcance. Esto incluye integrarlos en la atención médica, los programas de servicios sociales, las comunidades, las escuelas y las familias.
- Desarrollar estrategias de prevención adaptadas para ayudar a las poblaciones desatendidas o con pocos recursos que presentan factores de riesgo de consumo de sustancias y problemas de salud relacionados.
- Apoyar la investigación para evaluar enfoques eficaces de reducción de daños, como prevenir y revertir las sobredosis de drogas, así como mitigar la propagación del VIH y la hepatitis.
- Abordar el estigma hacia las personas que consumen drogas. Las personas que consumen drogas pueden enfrentarse a maltrato, estereotipos y prejuicios negativos por parte de la sociedad, incluso en los entornos de atención de salud. Estos problemas pueden llevarles a evitar buscar ayuda médica, lo que conduce a un empeoramiento de los trastornos por consumo de sustancias y aumenta la probabilidad de daños relacionados y sobredosis. 16,51,52
- Incluir a los socios locales, a los usuarios finales y a los posibles financiadores en el proceso de investigación, incluyendo el desarrollo y la comprobación de posibles estrategias, y las formas de comunicar los descubrimientos.
Si usted o alguien que conoce puede estar en riesgo de consumo de sustancias o de problemas de salud relacionados con el consumo de sustancias, los siguientes recursos pueden ayudarle:
- Si usted o alguien que conoce está pasando por una situación difícil o de crisis, llame o envíe un mensaje de texto al 988 o chatee en 988lifeline.org para ponerse en contacto con la Línea de Ayuda contra el Suicidio y las Crisis 988. El 988 le pone en contacto con un consejero de crisis formado que puede ayudarle.
- Si usted o alguien que conoce está pasando por una situación difícil o de crisis, llame o envíe un mensaje de texto al 988 o chatee en 988lifeline.org para ponerse en contacto con la Línea de Ayuda contra el Suicidio y las Crisis 988. El 988 le pone en contacto con un consejero de crisis formado que puede ayudarle.
- Para más información sobre el trastorno por consumo de sustancias en niños y adolescentes, puede que le interese Growing Up Drug Free: A Parent's Guide to Substance Use Prevention (en inglés), una publicación de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos y el Departamento de Educación.
- Puede encontrar más recursos para padres y cuidadores sobre la prevención del consumo de sustancias en la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA).
El NIDA es una organización de investigación biomédica y no proporciona asesoramiento médico personalizado, tratamiento, orientación ni servicios de derivación. Más información.
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Descubra más recursos sobre la prevención
- Acceda a la publicación de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos, Growing Up Drug Free: A Parent's Guide to Substance Use Prevention (en inglés).
- Descubra más recursos para padres y cuidadores de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMSHA).
- Busque más publicaciones de SAMSHA (en inglés) sobre la prevención del consumo de sustancias.
- Obtenga más información sobre los esfuerzos de prevención primaria en la Estrategia de prevención de sobredosis (en inglés) del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
- Lea más información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades sobre la prevención del consumo de sustancias entre los jóvenes y la creación de Comunidades Libres de Drogas (en inglés).
- Consulte las últimas noticias del Sistema Nacional de Alerta Temprana sobre Drogas (en inglés) apoyado por el NIDA, que busca detectar hábitos de consumo de sustancias nuevos y emergentes para prevenir amenazas relacionadas para la salud pública.
- Navegue por los recursos de prevención del consumo de sustancias del NIDA para Padres y Educadores (en inglés) y aprenda más sobre la Semana Nacional de Información sobre Drogas y Alcohol® del NIDA. (en inglés)
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