Los opioides son adictivos. Las personas pueden perder rápidamente el control sobre su consumo de opioides y necesitan seguir consumiéndolos para sentirse “normales”.
Las dosis altas pueden provocar una sobredosis. Los opioides pueden ralentizar la respiración hasta niveles potencialmente mortales. Como resultado, no llega suficiente oxígeno al cerebro. Esto puede causar graves daños cerebrales o la muerte.6 Esto es lo que ocurre durante una sobredosis de opioides.
El consumo de opioides, incluso según prescripción de un proveedor de cuidados de salud o sólo durante un breve periodo de tiempo, puede tener efectos negativos para la salud.
- Los medicamentos opioides pueden tener efectos desagradables, sobre todo cuando las personas los toman durante un tiempo prolongado. Entre ellos se incluyen estreñimiento, náuseas y vómitos, dolor de cabeza, mareos y somnolencia o problemas para dormir.8,9
- Dependiendo de la dosis y del tiempo que la gente los consuma, los opioides pueden provocar cambios a nivel cardiovascular, como un ritmo cardiaco más lento, presión arterial baja, insuficiencia cardiaca y paro cardiaco.10
- Los opioides pueden deteriorar el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infección.11
- El consumo de opioides, sobre todo en dosis elevadas o durante un largo periodo de tiempo, puede provocar cambios en el organismo de una persona que, de hecho, pueden hacerla más sensible al dolor.12,13
- El consumo de opioides también se ha asociado a trastornos mentales como la depresión14 o la disfunción sexual.15,16,17
Cuando se consumen opioides para tratar el dolor agudo o crónico, puede ser necesario sopesar estos riesgos potenciales frente a los riesgos para la salud asociados a un dolor no tratado o infratratado.18
Las personas que se inyectan opioides corren un mayor riesgo de contraer enfermedades causadas por virus como el de la hepatitis C o el de la inmunodeficiencia humana (VIH). También pueden desarrollar infecciones bacterianas que provocan la inflamación del revestimiento interno del corazón (endocarditis).10
El consumo de opioides junto con otras drogas aumenta la probabilidad de sufrir daños. Los riesgos para la salud asociados a los opioides, incluido el riesgo de sobredosis, pueden ser aún mayores cuando una persona consume más de una droga.19
El fentanilo se añade a menudo a drogas ilícitas y a pastillas falsas de fabricación ilegal. Estas pastillas pueden tener el mismo aspecto que medicamentos con receta como la oxicodona o las benzodiacepinas, pero en realidad contienen fentanilo. Dosis mortales de fentanilo ilícito también pueden mezclarse o venderse como otras drogas, como la heroína o la cocaína.3,20,21