Los factores de riesgo para el consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias pueden incluir los genes de una persona, otras características individuales y aspectos de su entorno social, y el impacto de estos factores puede cambiar en diferentes etapas de la vida de una persona.1 En general, cuantos más factores de riesgo tenga una persona -como un trauma en los primeros años de vida, estrés crónico, antecedentes familiares de adicción o compañeros que consumen drogas- mayores serán las probabilidades de que consuma sustancias y desarrolle un trastorno por consumo de sustancias.2,3
El consumo de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias no son inevitables, incluso en presencia de múltiples factores de riesgo. Existen otros factores que pueden ayudar a proteger a alguien del consumo de sustancias y del desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias. Los factores de protección incluyen ciertos aspectos individuales, como el optimismo, e influencias ambientales, como las buenas relaciones familiares y entre compañeros, y la estabilidad económica.4
Es importante destacar que muchos factores de riesgo y de protección no son el resultado de las decisiones que toma una persona, sino que son una faceta de su genética heredada, su familia, las circunstancias de su vida y otros aspectos de su biología y su entorno. Comprender mejor estos factores es fundamental para desarrollar estrategias de prevención que disminuyan el impacto de los factores de riesgo y refuercen o introduzcan nuevos factores de protección. El NIDA financia investigaciones para identificar los factores de riesgo y de protección y para buscar formas de prevenir el abuso de sustancias y los trastornos por consumo de sustancias incluso cuando están presentes múltiples factores de riesgo. Esto incluye el Adolescent Brain Cognitive Development℠ Study (ABCD Study®) (en inglés) y el HEALthy Brain and Child Development Study (en inglés) (HBCD, por su sigla en inglés), que informarán nuestra comprensión del desarrollo saludable -incluyendo el desarrollo cerebral y cognitivo, y cómo las drogas y otras exposiciones lo afectan- y la Cooperativa de Prevención HEAL (en inglés), que está apoyando la investigación para prevenir el uso indebido de opioides y el trastorno por uso de opioides entre adolescentes y adultos jóvenes vulnerables.
Algunos ejemplos de factores que pueden influir en la probabilidad de que una persona consuma drogas, abuse de ellas o desarrolle un trastorno por consumo de sustancias son:
Factores individuales
- Edad de inicio del consumo de sustancias: El consumo de drogas a una edad temprana puede influir en el desarrollo del cerebro y el comportamiento de tal forma que aumente la probabilidad de empezar a consumir otras drogas y desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.5 En consecuencia, las personas que empiezan a consumir sustancias cuando son niños y adolescentes jóvenes tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias en comparación con aquellos que las consumen por primera vez al final de la adolescencia o en la edad adulta joven.6,7,8 Por este motivo, la mayoría de los programas de prevención se centran en prevenir o retrasar el consumo de sustancias en los jóvenes.9 Lea más sobre la prevención para las personas jóvenes.
- La genética: Los factores biológicos heredados pueden desempeñar una función importante en la probabilidad de que una persona consuma sustancias y de que desarrolle un trastorno por consumo de sustancias.2,10
- Otros problemas de salud mental: Las personas con otros trastornos mentales como depresión, ansiedad, TEPT y muchas otras afecciones psiquiátricas también tienen más probabilidades de consumir sustancias y de desarrollar trastornos por consumo de sustancias. 4,11,12
- Sexo biológico: Los factores relacionados con el sexo biológico -como la diferente estructura y función del cerebro, la composición de los tejidos y las funciones endocrinas y metabólicas en hombres y mujeres- pueden influir en la forma en que una persona responde a las drogas.13 Por ejemplo, las mujeres consumen drogas con menos frecuencia y en menor cantidad que los hombres, pero pueden experimentar los efectos con más intensidad, y el consumo de sustancias en las mujeres suele desarrollar una adicción más rápidamente que en los hombres.14,15
- La personalidad: Las características individuales como la tendencia a asumir riesgos, la búsqueda de sensaciones, la agresividad o las respuestas exacerbadas al estrés crónico pueden influir en la probabilidad de consumir sustancias y desarrollar un trastorno por consumo de sustancias.16,17,18
- Tipos y hábitos específicos de consumo de drogas: El consumo de ciertas drogas como los opioides, la nicotina y la metanfetamina se asocia a una mayor probabilidad de desarrollar un trastorno por consumo de sustancias que el consumo de otras drogas como los psicodélicos.19,20 Del mismo modo, el consumo de drogas inyectables tiene una mayor relación con el desarrollo de un trastorno por consumo de sustancias, ya que se introduce una mayor cantidad de droga de forma más rápida en el cerebro en comparación con otras vías de administración.21
Factores familiares
- Relaciones familiares: Las investigaciones demuestran que crecer en un entorno familiar de apoyo y estable en comparación con uno asociado a experiencias infantiles adversas (ACE) como traumas, abusos y abandono puede influir en la probabilidad de que una persona consuma drogas y desarrolle trastornos por consumo de sustancias en etapas posteriores de su vida.22,23 También se ha descubierto que un mayor nivel de participación de los padres y la percepción de los jóvenes de que los padres están al tanto de sus actividades son factores de protección.24,25
- El consumo de sustancias y las actitudes de los padres: El hecho de que los padres consuman drogas o alcohol y su nivel de permisividad o aceptación del consumo de sustancias afectan a la probabilidad de que un niño o adolescente consuma sustancias. 26,26
Factores comunitarios
- La escuela: Los estudios demuestran que ciertos aspectos del entorno escolar -como la frecuencia con la que otros alumnos consumen drogas y la conexión que sienten los estudiantes con sus compañeros- pueden influir en que los alumnos consuman o eviten las sustancias. 4,27
- Compañeros: El hecho de que los compañeros de un individuo consuman drogas o desaprueben el consumo de sustancias influye mucho en que ese individuo consuma sustancias, sobre todo durante la juventud. 4,27
- Vecindario: Las investigaciones demuestran que vivir en un vecindario con altos niveles de pobreza o violencia se asocia a una mayor probabilidad de consumir sustancias.25,27,28 Las relaciones y los entornos comunitarios positivos se han asociado a un menor consumo de sustancias y a una menor progresión del consumo de sustancias a trastornos por consumo de sustancias.29
Factores estructurales
- Sociales: El estigma y la discriminación por motivos de raza, etnia, sexo u otros factores pueden causar un estrés crónico que haga a alguien más vulnerable al consumo de sustancias y a desarrollar trastornos por consumo de sustancias.30
- Económicos: Crecer en un hogar o en un vecindario con menos recursos puede afectar al desarrollo cerebral de los niños de una forma que puede hacerlos más vulnerables a futuros trastornos por consumo de sustancias.31 La inseguridad de la vivienda y el acceso limitado a la educación y al empleo también están asociados a los trastornos por consumo de sustancias. 32
- Leyes y cultura: El acceso a las sustancias,27 así como las leyes, políticas, cultura, normas y actitudes que rodean su consumo en una sociedad, pueden influir a la hora de que un individuo consuma sustancias y experimente problemas de salud relacionados, incluidos los trastornos por consumo de sustancias.4