Nuestro conocimiento de los efectos del uso indebido de metanfetamina durante el embarazo es limitado debido a que los estudios de este tema utilizaron muestras pequeñas y no tuvieron en cuenta el posible consumo de otras drogas además de la metanfetamina en las muestras investigadas. Pero los estudios de investigación disponibles indican mayores índices de parto prematuro, desprendimiento prematuro de la placenta (separación del revestimiento de la placenta del útero) y varios efectos en los bebés expuestos prenatalmente a la metanfetamina, incluidos tamaño pequeño, letargo y anomalías cardíacas y cerebrales.18,19
Un amplio estudio financiado por el NIDA examinó los resultados del desarrollo en niños nacidos de madres que consumían metanfetamina en forma indebida. Los investigadores descubrieron que estos niños son más propensos a tener problemas neuroconductuales, incluidos déficits motores, disminución de la excitación, aumento del estrés y sutiles pero significativos trastornos de atención, con una mayor probabilidad de que continúen teniendo problemas conductuales en la escuela relacionados con dificultades con el autocontrol y la función ejecutiva.20,21,22,23,24,25 Un estudio sugirió que algunos de los problemas neonatales de estrés y excitación mejoran a los 1-2 meses de edad.26