Abuso y adicción a la metanfetamina - Reporte de investigación
¿Están en riesgo de contraer el VIH/sida y la hepatitis B y C las personas que consumen metanfetamina en forma indebida?

El uso indebido de metanfetamina aumenta el riesgo de contraer o transmitir el VIH y la hepatitis B y C, no solo en las personas que se inyectan la droga sino también en los consumidores de metanfetamina no inyectable. Entre las personas que se inyectan drogas, el VIH y otras enfermedades infecciosas se propagan principalmente a través de la reutilización o el uso compartido de jeringas, agujas o parafernalia contaminadas. Pero independientemente de cómo se consuma la metanfetamina, sus fuertes efectos pueden alterar el juicio y la inhibición y llevar a las personas a tener comportamientos riesgosos, como el sexo sin protección.

El uso indebido de metanfetamina está asociado con una cultura de comportamiento sexual riesgoso, tanto entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres como en las poblaciones heterosexuales, un vínculo que puede atribuirse al hecho de que la metanfetamina y los estimulantes relacionados pueden aumentar la libido. (Sin embargo, el uso indebido de metanfetamina a largo plazo puede estar asociado con una disminución del funcionamiento sexual, al menos en los hombres.) Debido a la combinación de las prácticas de inyección y la asunción de riesgos sexuales, el VIH puede convertirse en un problema más grave entre las personas que usan metanfetamina en forma indebida que entre quienes consumen otras drogas, y algunos informes epidemiológicos ya muestran esta tendencia. Por ejemplo, si bien todavía no se ha establecido la relación entre la infección por el VIH y el uso indebido de metanfetamina en personas heterosexuales, los datos revelan una asociación entre dicho uso y la propagación del VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.

El uso indebido de metanfetamina también puede empeorar la progresión de la enfermedad del VIH y sus consecuencias. En estudios en animales se ha demostrado que la metanfetamina aumenta la replicación viral.27 Los estudios clínicos en humanos sugieren que los consumidores actuales de metanfetamina que siguen la terapia antirretroviral altamente activa (HAART, por sus siglas en inglés) para tratar el VIH pueden estar en mayor riesgo de padecer sida que quienes no consumen la droga, posiblemente debido a una adherencia deficiente a la medicación.28,29 Los consumidores de metanfetamina con VIH también han sufrido un mayor daño neuronal y un mayor deterioro cognitivo debido al VIH, en comparación con los que no abusan de la droga.30,31,32

Investigaciones financiadas por el NIDA han revelado que, mediante el tratamiento de los trastornos por consumo de sustancias, la prevención y los programas de alcance comunitario, los consumidores de drogas pueden cambiar sus comportamientos de riesgo de contraer el VIH. El uso indebido de drogas y las conductas de riesgo relacionadas con las drogas, como el uso compartido de agujas y las prácticas sexuales riesgosas, pueden reducirse considerablemente, disminuyendo así el riesgo de exposición al VIH y a otras enfermedades infecciosas. Por lo tanto, el tratamiento de la adicción a las drogas es una forma de prevenir el VIH.

Imagen

Vías de la dopamina

En el cerebro, la dopamina cumple una función importante tanto en el movimento como en el refuerzo de las conductas gratificantes. Como un importante mensajero químico en la vía de la recompensa, la dopamina se produce en los cuerpos de las células nerviosas ubicados dentro de un grupo de neuronas llamado el área tegmental ventral y se libera en el núcleo accumbens, que es una región clave del cerebro para aprender a repetir actividades placenteras, así como en la corteza prefrontal, que es responsable de funciones cognitivas superiores como la toma de decisiones y el autocontrol. La regulación de las funciones motrices por parte de la dopamina está ligada a una vía separada: los cuerpos celulares de la sustancia negra producen y liberan dopamina en el estrato, que interviene en la ejecución e inhibición de movimientos y en la búsqueda de recompensas.