Abuso y adicción a la metanfetamina - Reporte de investigación
¿Qué tratamientos se están estudiando para el consumo de metanfetamina y su adicción?

Tratamientos farmacológicos

Actualmente no existen medicamentos que contrarresten los efectos específicos de la metanfetamina ni que prolonguen la abstinencia y reduzcan el consumo de esta droga en una persona adicta. El NIDA ha priorizado la investigación sobre la elaboración de medicamentos para tratar la adicción a estimulantes y otras drogas, y los investigadores financiados por el NIDA están explorando una serie de enfoques farmacológicos para tratar el trastorno por consumo de metanfetamina.

Al crear tratamientos farmacológicos, los investigadores suelen examinar el impacto de posibles medicamentos que tengan efectos neurobiológicos que podrían contrarrestar las consecuencias fisiológicas conocidas del consumo crónico de metanfetamina. También pueden probar medicamentos que han demostrado ser prometedores para tratar otras adicciones u otros trastornos psiquiátricos. En estudios en animales o humanos relacionados con el trastorno por consumo de metanfetamina, los esfuerzos dirigidos a los siguientes objetivos y estrategias han demostrado ser prometedores.15,16

El sistema neuroinmunitario: el consumo crónico de metanfetamina está asociado con la activación de las microglias, que son células que median la inflamación del sistema nervioso central. Se están estudiando fármacos como el ibudilast y la minociclina por su capacidad para inhibir la activación de las microglias.

Mejora cognitiva: el consumo crónico de metanfetamina también está asociado con problemas cognitivos, tales como el deterioro en la toma de decisiones y el deterioro en la inhibición del comportamiento. Se están investigando varios fármacos por su potencial para mejorar la cognición en personas que consumen metanfetamina.

Tratamiento con agonistas de la dopamina: los medicamentos basados en la activación de los mismos receptores a los que se dirige una droga adictiva son eficaces para tratar otras adicciones, como la administración de metadona o buprenorfina para tratar el trastorno por consumo de opioides y el uso del reemplazo de nicotina como ayuda para dejar de fumar. Dado que la metanfetamina se dirige al sistema de la dopamina, se están investigando algunos medicamentos estimulantes que activan los receptores de dopamina (agonistas) y que a menudo se utilizan para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) como posibles medicamentos para tratar el trastorno por consumo de metanfetamina.

Otros blancos de las monoaminas (serotonina, norepinefrina, dopamina): los síntomas de abstinencia de metanfetamina son similares a los de la depresión, lo que lleva a los investigadores a explorar la utilidad de los antidepresivos que actúan sobre los sistemas de serotonina y norepinefrina para el trastorno por consumo de metanfetamina. Los medicamentos antipsicóticos también actúan sobre el sistema dopaminérgico y pueden ser prometedores para mejorar los efectos del consumo crónico de metanfetamina. 

El sistema opioide: es probable que el sistema opioide intervenga en los efectos eufóricos de las drogas adictivas. Los medicamentos candidatos en esta categoría incluyen el antagonista opioide naltrexona (actualmente en estudio en combinación con el antidepresivo bupropión) y el agonista opioide parcial buprenorfina.

Sistemas de ácido gamma-aminobutírico (GABA) y glutamato: se están investigando varios medicamentos dirigidos a alteraciones en el equilibrio de la excitación y la inhibición (mediadas por los neurotransmisores de GABA y glutamato) para tratar el trastorno por consumo de metanfetamina.

Hormonas: las hormonas colecistoquinina-8 y oxitocina han demostrado ser prometedoras para reducir las propiedades gratificantes de la metanfetamina en animales.

Tratamientos no farmacológicos

Los tratamientos no farmacológicos no incluyen medicamentos. Tales tratamientos pueden inculcar cambios de comportamiento al alterar los patrones de actividad cerebral (EMT), ayudar a las personas a aprender cómo monitorear y controlar la actividad cerebral para frenar los síntomas de la adicción (neurorretroalimentación) o mantener los medicamentos fuera del cerebro (vacunas). Aunque se necesita más investigación sobre estos enfoques, pueden proporcionar opciones adicionales para los proveedores de tratamiento y los pacientes.

Estimulación Magnética Transcraneal: la EMT es un método no invasivo para estimular el cerebro utilizando pulsos magnéticos con fines terapéuticos. Los investigadores están estudiando esta estrategia como un tratamiento para los trastornos por consumo de sustancias, pero el trabajo se encuentra en etapas muy tempranas.52

Neurorretroalimentación: la neurorretroalimentación (también llamada neuroterapia o neurobiorretroalimentación) es un tipo de biorretroalimentación que utiliza imágenes de la actividad cerebral en tiempo real—más comúnmente electroencefalografía—para enseñar a las personas cómo regular su propia función cerebral. En un estudio, la neurorretroalimentación para el tratamiento del trastorno por consumo de metanfetamina redujo la gravedad de la adicción y mejoró la salud mental y la calidad de vida en general.53

Vacunas y anticuerpos: actualmente se están probando en animales vacunas contra la metanfetamina que reclutan al sistema inmunológico del organismo para evitar que la droga ingrese en el cerebro,54 y se está llevando a cabo un ensayo clínico en humanos para probar un agente inmunológico llamado anticuerpo monoclonal, que se une a la metanfetamina y la neutraliza antes de que pueda ejercer sus efectos.