El humo de segunda mano es una importante preocupación de salud pública y un motor para las políticas de ambientes sin humo. El humo de segunda mano, también llamado humo pasivo o secundario, aumenta el riesgo de muchas enfermedades.55 La exposición al humo de tabaco ambiental entre los no fumadores aumenta el riesgo de cáncer de pulmón en aproximadamente un 20%.48 Se estima que el humo de segunda mano causa aproximadamente 53,800 muertes anuales en Estados Unidos.55 La exposición al humo de tabaco en el hogar también es un factor de riesgo para el asma en los niños.56
Fumar también deja residuos químicos en las superficies del lugar donde se ha fumado, que pueden persistir mucho tiempo después de que ha desaparecido el humo. Este fenómeno, conocido como "humo de tercera mano", se reconoce cada vez más como un peligro potencial, especialmente para los niños, que no solo inhalan los vapores que emanan de esos residuos sino que también ingieren residuos que llegan a sus manos cuando se desplazan por el suelo o tocan las paredes y los muebles. Se necesitan más investigaciones sobre los riesgos que plantea el humo de tercera mano para el ser humano, pero un estudio realizado en ratones demostró que la exposición al humo de tercera mano tiene varios efectos en el comportamiento y la salud física, entre ellos hiperactividad y efectos adversos en el hígado y los pulmones.57