Se estima que aproximadamente 1.4 millones de personas en Estados Unidos tenían un trastorno por consumo de drogas relacionado con opioides recetados en 2019.1 Sin embargo, solo una fracción de las personas afectadas por este trastorno recibieron tratamiento personalizado (el 22% en 2019).1 Las muertes por sobredosis relacionadas con opioides han aumentado drásticamente en la década anterior hasta alcanzar las 80.411 muertes en 2021. 3 Además de las sobredosis, las consecuencias de la crisis de opioides incluyen una incidencia creciente de bebés que nacen con dependencia debido a que la madre consumió estas drogas durante el embarazo4,5, y también hay una mayor propagación de enfermedades infecciosas, entre ellas el VIH y la hepatitis C (HCV), como se vio en el año 2015 en el sur de Indiana.6
Existen estrategias eficaces de prevención y tratamiento del trastorno por abuso y uso indebido de opioides, pero son muy poco aprovechadas en todo Estados Unidos. En el 2015 se lanzó una iniciativa de la Secretaría de Salud y Servicios Humanos (HHS)7 para tratar el complejo problema del consumo de opioides recetados y heroína. En el 2017, la HHS anunció cinco prioridades para abordar la crisis de opioides:
- mejorar el acceso a los servicios de tratamiento y recuperación
- promover el uso de medicamentos para contrarrestar sobredosis
- profundizar nuestro conocimiento de la epidemia mediante una mejor vigilancia de la salud pública
- brindar apoyo para investigaciones avanzadas sobre el dolor y la adicción
- fomentar mejores prácticas para controlar el dolor
Existen medicamentos eficaces para el tratamiento de la dependencia de opioides: ellos son la metadona, la buprenorfina y la naltrexona. Estos medicamentos podrían ayudar a muchas personas a recuperarse de la dependencia de los opioides, pero continúan siendo sumamente desaprovechados. Menos de la mitad de los programas de tratamiento existentes en el sector privado ofrecen medicamentos para tratar la dependencia de opioides, y solamente un tercio de los pacientes que participan en esos programas y podrían beneficiarse recibe medicamentos.9 Superar los conceptos erróneos y otras barreras que interfieren con la adopción más amplia de estos tratamientos es crucial para hacer frente al problema de la dependencia de los opioides y la epidemia de sobredosis en Estados Unidos.